Jue, Abr 25, 2024

El avance de la tecnología ha sacado a relucir los nuevos retos de los CEO, los cuales deben afrontar y capitalizar, si lo que buscan es no quedarse atrás y ser competitivos en el mercado.

En los últimos años, la tecnología ha impactado de tal forma al mundo empresarial que ha suscitado importantes cambios en el sector, los cuales van desde la evolución de las industrias y sus modelos de negocio, la eficacia y optimización de procesos, hasta la transformación misma del consumidor. A nivel directivo, este avance también ha significado evolución, pero sobre todo, ha sacado a relucir los retos de los CEO del futuro, los cuales deben afrontar y capitalizar, si lo que buscan es no quedarse atrás y ser competitivos en el mercado.

Actualmente, una de las cualidades que se espera posean los CEO es que tengan una visión flexible, que vaya más allá de entregar resultados financieros. En temas de tecnología, esto puede traducirse en gozar una mayor apertura y tener la capacidad de identificar áreas de oportunidad, ya sea en cambios o implementación de nuevas tecnologías que estén rigiendo a nivel global en su industria; de aquí la trascendencia de estar constantemente actualizado e informado, además de actuar de forma expedita.

Se ha comprobado que la repercusión que tiene en los CEO la incorporación de la tecnología es principalmente brindar una mejora en la toma de decisiones en tiempo real, y una mayor precisión en cuanto a la medición de resultados, entre otros beneficios. Cabe decir que no necesariamente se requiere que sean expertos pero sí se busca que comprendan cómo la innovación juega a su favor; ejemplo claro de esto son las nuevas oportunidades de negocio, o la contribución que ha brindado la tecnología para lograr una relación más cercana y de confianza con clientes o consumidores.

Sin duda éste, como todos los cambios, trae consigo incertidumbre, pero si dejamos de ver a la tecnología como una amenaza, y aprendemos a distinguirla como un facilitador, ésta puede convertirse en el punto de partida de grandes oportunidades de crecimiento para las organizaciones. Bajo este panorama, y desde mi expertise en temas de factor humano, enlisto a continuación los tres principales retos de los CEO ante el avance tecnológico:

1. Fungir como agente impulsor

De un par de años a la fecha, he notado que uno de los principales cuestionamientos de los CEO gira entorno a cómo evolucionar sus compañías hacia la era digital. Ya que, no solamente consiste en adquirir lo último en tecnología e instalarlo, en muchos de los casos se requiere también de un rediseño de modelos de negocio, pero sobre todo de un cambio en la mentalidad de la gente; y es precisamente este último uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan los líderes empresariales.

Es bien sabido que el estado natural de las personas es resistirse a los cambios; en este sentido los obliga a hacer labor de sensibilización hacia la innovadora herramienta, pero sobre todo impulsar a que sus colaboradores salgan de la zona de confort e intenten cosas nuevas. La labor puede volverse más sencilla, si se identifica previamente a quienes suelen adoptar fácilmente los cambios, y se les convierte en sponsors de la nueva tecnología, a fin de que el resto pueda darse cuenta de los beneficios que les puede traer.

2. Reinventar y mantener perfiles

Con la adopción de nuevas tecnologías surgen perfiles muy distintos a los que anteriormente se requerían en las compañías. Se trata, en muchos de los casos, de perfiles totalmente disruptivos, donde el reto radica en encontrarlos; pero una vez dentro, la labor más importante que tendrán los directores generales será ver la forma en la que esas personas puedan permanecer en la empresa. Y es que existen casos en los que las mismas organizaciones, cultura, políticas e inclusive los managers mismos, desempoderan a los nuevos colaboradores ocasionando de manera inconsciente un rechazo hacia ellos, terminando por desalentarlos. Por ello, no solamente deben prepararse los perfiles deseados, sino también a la organización para recibirlos y mantenerlos.

En relación a esto, se predice que para el 2020 el 50% de las posiciones que actualmente conocemos en las empresas ya no van a existir, por lo que, desde mi perspectiva, es momento de empezar a trabajar en estos nuevos puestos del futuro, entenderlos y prepararnos para ellos en aspectos que van desde lo educativo, tecnológico y empresarial, hasta la evolución misma del individuo a manera de poder acompañar de forma exitosa este cambio.

3. Preservar la identidad

Otro principal desafío al que se enfrentan los altos ejecutivos está en la interrogante de cómo lograr dicha transformación tecnológica sin perder la identidad de la marca. En mi experiencia, esto se consigue cuidando mucho la misión y visión de la compañía, pero sobre todo permitiendo que la gente viva los valores de la empresa, y funjan como vigilantes de la transformación, pero sin perder la esencia. La innovación no debe anteponerse a la identidad de la organización, sino que debe ayudar a transmitirla.

Cabe señalar que la rapidez con la que la tecnología ha avanzado es abrumante, y obliga a los líderes de las organizaciones a desarrollar otro tipo de habilidades, e incluso los desafía a cambiar su paradigma y orientarlo más hacia el Change Management, construyendo estrategias que permitan un cambio tecnológico sin tanto “dolor”.

Como podemos ver, todos estamos inmersos en la ola de la tecnología, y lo que nos queda hacer como ejecutivos o empresarios, son básicamente dos cosas: aprender a surfearla y obtener el mayor beneficio posible, o entenderla como si fuera un huracán capaz de devastarnos e incluso hasta terminar con nosotros. Elegir cualquiera de estas alternativas solamente dependerá de nosotros y de nuestros objetivos de negocio.

 Fuente: https://www.altonivel.com.mx/recursos-humanos/retos-de-los-ceo-avance-tecnologico/

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