Jue, Abr 25, 2024

Expertos estiman que el gobierno aún no considera oportuno presentar estímulos fiscales o de regulación, entre otros.

La estrategia de reapertura para volver a las actividades normales ante la pandemia del Covid-19, puede significar un respiro para algunos negocios al momento de planear su situación financiera. Sin embargo, todavía hace falta un plan de reactivación económica que ayude a las empresas a mantener el empleo tanto formal como informal, coincidieron expertos.

“Es positiva y oportuna la estrategia porque permite a las empresas hacer un estimado de los tiempos y etapas en los que podrán abrir sus negocios; en el sector de servicios, se espera que reabran en septiembre, entonces, pueden evaluar si aguantan hasta esa fecha o si tendrán que despedir personal o hacer ajustes”, dijo José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico.

Remarcó que, si bien es un programa de reapertura gradual, todavía no se tiene un plan de reactivación económica, “parece que el gobierno todavía no considera oportuno presentar estrategias de banca de desarrollo, estímulos fiscales o de regulación que permitan dar un apoyo a las empresas”.

De acuerdo con la estrategia, del 14 al 17 de mayo se llevará acabo la primera etapa con la implantación de cercos sanitarios en municipios donde no se han registrado contagios.  La segunda etapa (del 18 al 31 de mayo), consiste en la elaboración de protocolos sanitarios en empresas para el reinicio de actividades. Y la tercera etapa, que se dará el primero de junio, se establecerá un semáforo que indicará la reapertura de actividades por regiones.

Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica Presupuestaria, coincidió en que, una de las ventajas de estas tres etapas es que permitirá palear, aunque sea un poco, el daño económico que ya se percibe en el país.

“En ese sentido me gusta la estrategia, pero me gustaría más un plan de reactivación. Hay que considerar lo que sucedió en Chile, donde hicieron la apertura con criterios más cuidadosos que los de México, pero hubo un rebote significativo de contagios”.

Consideró preocupante que, ante la necesidad de querer normalizar las actividades no se esté replanteando una estrategia del sistema de salud.

“ Si vas a mandar a la población a la calle, tienes que tener la capacidad de poder aislar a alguien que está enfermo(…) claro que nos preocupa la economía, pero el daño humano puede ser muy serio”.

Datos de desempleo y pobreza metieron presión

Para Rodolfo de la Torre, director especialista en desarrollo social con equidad del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, la pérdida de más de 555,000 empleos formales durante abril y los últimos datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social sobre el crecimiento de la pobreza en el 2020, representaron una presión para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por lo que tuvo que presentar esta estrategia “improvisada”.

“Los empleos perdidos pueden alcanzar en mayo 1 millón y si se prolonga más el paro por la pandemia podríamos llegar a 1 millón y medio (…) lo que ha hecho falta es que se les dé a las personas un ingreso para que puedan estar confinados y después reordenar su regreso al trabajo”.

De la Torre ve poco probable que la recuperación económica se pueda dar en V, como han señalado funcionarios de Hacienda. “Plantear un rebote rápido de la actividad está lejos de la realidad, sobre todo sin haber proporcionado recursos para que las personas y empresas resistan y puedan retornar a sus puestos de trabajo o abrir sus negocios”.

En tanto, De la Cruz concluyó que basta con observar la recesión que vive el sector industrial para saber que la recuperación económica no se dará de forma rápida.

“Faltan por lo menos 4 o 5 meses de tasas negativas en el sector industrial (…) la única manera de garantizar la recuperación en V es que el gobierno anuncie programas de reactivación económica que permitan esa recuperación inmediata como lo fue en las crisis del 95 y 2009”.

Estrategia de reapertura de las actividades sociales, educativas y económicas:

Etapa 1 (14-17 de mayo):

Implantación de cercos sanitarios en 269 municipios que no han registrado contagios de coronavirus.

Etapa 2 (18-30 mayo):

Preparación para la reapertura general.

Las empresas elaborarán protocolos sanitarios para el reinicio seguro de actividades. También darán capacitación para la seguridad en el ambiente laboral y readecuación de espacios y procesos productivos.

Etapa 3 (1 de junio):

Se establecerá un semáforo de cuatro colores que indicarán la reapertura de actividades por región.

Fuente: El Economista

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