• Autos, aviones y agricultura, los sectores más perjudicados

  • El sector cárnico chino podría ver disparados sus costes de producción

  • Argentina y Brasil, los grandes beneficiados del conflicto

Lo que empezó con unos aranceles a los paneles solares y a la lavadoras ha acabado desembocando en una guerra comercial en la que las dos principales economías del mundo se disputan 50,000 millones de dólares. La decisión de China de imponer aranceles de hasta el 25% a 128 productos estadounidenses son la demostración de Pekín ya ha perdido la paciencia ante las provocaciones de Washington.

Los productos estadounidenses afectados por los aranceles chinos incluyen productos químicos, autos, soya o whisky, hasta medicamentos o equipos médicos como desfibriladores. Por su parte, las medidas de Trump han golpeado materiales tan variados como reactores nucleares, lanzallamas, motores de autos, antibióticos, pantallas táctiles, armamento o simuladores de vuelo. El abanico de afectados se expande por todos los sectores de ambas potencias, pero, ¿quiénes son los grandes vencedores y perdedores de la guerra comercial?

El medio rural estadounidense, entre los grandes derrotados

El sector agrícola de Estados Unidos, uno de los principales caladeros de votos de Donald Trump, es uno de los grandes perjudicados. Los aranceles suponen un duro revés para los productores estadounidenses, que llevan ya unos años sumergidos en una profunda crisis. China es el principal comprador de soya en Estados Unidos y recibe cerca de un tercio de toda la cosecha del país. El intercambio comercial supone un beneficio para Washington de 14,000 millones de dólares. Los precios de ambos productos ya se han visto afectados.

Brasil y Argentina se frotan las manos

Tanto Argentina como Brasil son los dos grandes competidores de Estados Unidos en el mercado de la soya y el maíz. Con los aranceles, los productores sudamericanos tienen vía libre para hacer llegar sus productos a China con un precio mucho más competitivo. Los cultivos en Argentina, no obstante, se han visto seriamente golpeados por la sequía, recortando las exportaciones en más de 7 millones.

El sector del automóvil de Estados Unidos tiembla

Los vehículos estadounidenses son uno de los principales objetivos de los aranceles chinos, lo que supone un fuerte revés para la industria del país. Según informa Bolsamanía, China importó 36,000 vehículos de Estados Unidos en los dos primeros meses del años por lo que el sector pierde a su principal aliado comercial. Fabricantes como General Motors y Ford fabrican parte de sus componentes en el gigante chino, mientra que marcas como Tesla depende de los vehículos fabricados en suelo estadounidense para sus ventas en China.

Turbulencias para Boeing

La guerra comercial podría golpear directamente al fabricante aeronáutico. China se dispone a superar a Estados Unidos como el mayor mercado mundial de aviones para el año 2022 y el país es crucial para el fabricante de aviones con sede en Chicago, que entregó más de una cuarta parte de sus despachos globales al gigante asiático el año pasado. Además, la medida arancelaria se produce en un momento en que China busca desarrollar un fabricante de aviones para interrumpir el duopolio del mercado, compartido hasta ahora por Airbus y el propio Boeing.

El sector metalúrgico de Estados Unidos puede ser grande de nuevo

Tanto el acero como el aluminio han sido los principales objetivos de los aranceles de ambos países, por lo que alguno de los productos que dependan de este sector puede llegar a recibir recargos de hasta el 50%. La oxidada industria metalúrgica de Estados Unidos puede aprovechar la encrucijada para volver a suministrar ambos productos a las empresas nacionales.

Los productores porcinos, preocupados

La mayoría de la soja que compra China es utilizada para alimentar al ganado, por lo que los aranceles aplicados a la soja estadounidense podrían aumentar los costos para los productores de carne chinos, especialmente los del sector porcino.

La lista de afectados puede seguir creciendo en los próximos meses si ambas potencias mantienen sus posiciones enfrentadas. Por ahora, Trump ya ha avisado que está valorando imponer nuevos aranceles contra China, lo que provocaría «una respuesta contundente» por parte de Pekin. Una guerra comercial total es cada vez más probable y los grandes perjudicados serían, una vez más, los consumidores.

Fuente: http://www.economiahoy.mx/economia-eAm-mexico/noticias/9053088/04/18/Quienes-son-los-ganadores-y-los-perdedores-de-la-guerra-comercial.html

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