Plantas de empresas como Mercedes-Benz o Volvo tuvieron que frenar por la escasez de autopartes; en México, General Motors anunció su retorno paulatino de operaciones.
Luego de que dos plantas ensambladoras de vehículos en Estados Unidos cerraron en los últimos siete días por la falta de proveeduría de autopartes, otras armadoras que han recomenzado sus operaciones en ese país advirtieron que les podría ocurrir lo mismo si no tienen abastecimiento de otros países, incluido México.
Uno de los casos es el de la planta de Mercedes-Benz, en Vance, Alabama, la cual reanudó sus operaciones el 27 de abril, pero se vio obligada a cerrar el pasado viernes por escasez de partes.
Esta planta ensambla vehículos utilitarios deportivos y Daimler AG informó que planea recuperar la producción durante una semana libre programada para este verano.
La escasez se debió a la falta de importaciones de piezas desde México, donde las plantas de autopartes no han reanudado operaciones porque la propagación del Covid-19 atraviesa por su pico, aunque al mismo tiempo se alistan para recomenzar sus actividades.
El otro caso es el de una planta de Volvo, en Ridgeville, Carolina del Sur, que reanudó su ensamblaje el 11 de mayo, pero lo volvió a frenar a partir del 19 de mayo por falta de partes automotrices.
Tanto la planta de Mercedes-Benz como la de Volvo no han fijado fecha para la reapertura de operaciones.
Ya 38 plantas automotrices están abiertas en Estados Unidos, de las empresas General Motors, Ford, Honda, FCA, BMW, Volkswagen, Nissan y Toyota.
No obstante, otros fabricantes de automóviles informaron a Reuters que, si México no reanuda la producción de piezas en la semana en curso, se verán obligados a detener sus operaciones.
Como el brote del Covid-19 llegó varias semanas después a México que, en Estados Unidos, la secretaria de Economía, Graciela Márquez, ha informado que el gobierno mexicano decidió que “se iba a priorizar la salud, y que teníamos que empezar a hacer este descongelamiento, esta reapertura, hasta que tuviéramos certeza que esto no iba a impactar la salud”.
Desde hace un mes, el gobierno federal comenzó a “explorar” qué es lo que se podía abrir.
Las exportaciones mexicanas de autopartes a Estados Unidos han mantenido un crecimiento continuo durante los últimos 10 años a tasas interanuales, hasta llegar a 61,682 millones de dólares en 2019.
En los últimos días, el gobierno estadounidense ha presionado a México para que haga la reapertura de las plantas de autopartes, a fin de que funcionen las cadenas regionales de producción lo más pronto posible.
GM regresa a laborar
Por otro lado, tras dos meses de haber frenado su producción para evitar contagios del Covid-19, General Motors de México retornó de manera paulatina a sus operaciones de manufactura de motores y transmisiones en los complejos de Ramos Arizpe, Coahuila y Silao, Guanajuato, y aún queda pendiente la reactivación de las plantas del estado de México y San Luis Potosí.
La gigante de Detroit informó que las plantas de ensamble, ubicadas dentro de los complejos de Ramos Arizpe y Silao, tentativamente podrían iniciar operaciones a partir de este viernes, dependiendo del estatus de sus proveedores.
“Después de casi dos meses de suspensión de actividades, reabriremos nuestros complejos de manufactura aplicando los más estrictos protocolos de seguridad sanitaria y estamos listos para seguir adelante, trabajando por México”, dijo Francisco Garza, presidente y director general de GM de México.
General Motors informó que desarrolló un robusto protocolo de seguridad sanitaria para poder tener un regreso a operaciones seguro, en línea con las recomendaciones de organismos y autoridades nacionales e internacionales. (Con información de Lilia González)
Fuente: El Economista