Una cuarta parte de los asalariados en México aceptaría dejar su empleo formal para migrar a la informalidad porque tienen la percepción de que se perciben mejores ingresos y hay mayor control sobre las actividades.
Por definición, la informalidad está relacionada con todo lo opuesto al trabajo digno; es decir, ocupaciones sin seguridad social, sin respeto a los derechos mínimos, sin estabilidad, entre otros elementos. A pesar de ello, un cuarto de los trabajadores en México estaría dispuesto a dejar su empleo para buscar oportunidades en la informalidad.
De acuerdo con el Termómetro Laboral de OCC Mundial, el 25% de los mexicanos renunciaría a un trabajo subordinado para buscar una ocupación informal, la razón es la necesidad de obtener mejores ingresos.
Durante la pandemia, la informalidad ha sido un refugio frente al desempleo. En octubre 1.2 millones de personas se sumaron a la población ocupada, el 60% de este crecimiento se concentró el en trabajo por cuenta propia y 27% en el trabajo no remunerado, según las cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
El trabajo asalariado y remunerado fue la única condición de ocupación que descendió en el mes pasado, a pesar del crecimiento en la población ocupada. Este indicador está 833,333 plazas por debajo de sus niveles previos a la pandemia, a pesar de que el mercado laboral ya recuperó los puestos de trabajo perdidos por la emergencia sanitaria. Por el contrario, el trabajo independiente y el no remunerado abarcan a más personas que antes.
En ese contexto de recuperación en otras condiciones de trabajo y menos trabajo asalariado, la informalidad abarca a 300,657 personas más que en marzo de 2021, período previo al impacto de la pandemia en el mercado de trabajo, y abarca a un universo de 31.3 millones de personas. De esta manera, la tasa de informalidad laboral está en un nivel de 55.6 por ciento.
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El 37% de los encuestados por OCC Mundial afirma que el interés en la informalidad está relacionado con la falta de oportunidades en las empresas. Las personas coinciden en que las organizaciones no dan espacios a los jóvenes por la falta de experiencia y a los adultos no los contratan debido a la edad. Este círculo vicioso ha favorecido al empleo informal.
“Así, las personas ven la comodidad que ofrece el empleo informal, donde uno mismo es su jefe estableciendo el horario, ubicación y metas, por lo tanto, estos factores se transforman en mejores ganancias para uno”, indica el Termómetro Laboral.
Por otra parte, un 33% atribuye como motivo principal para migrar a la informalidad los bajos salarios que se perciben en los empleos formales. Un punto en el que coinciden los encuestados, es que algunas empresas aprovechan el contexto de desempleo para ofrecer ingresos más bajos.
“Comentan que no es novedad que dada la crisis económica, los sueldos no son tan atractivos, sin embargo, consideran que algunas empresas se aprovechan de la necesidad de empleo para contratar personal con un sueldo muy bajo y con largas jornadas de trabajo”, refiere el informe.
Sólo un 14% de los mexicanos percibe el sector informal como una oportunidad para obtener ganancias extras y es por ello que apuesta por negocios como la comida, ventas o moda como una ruta para duplicar sus ganancias con respecto a lo que perciben en sus trabajos formales.
El tema de ingresos es relevante para mantenerse en un empleo, aunque a raíz de la pandemia los mexicanos han comenzado a priorizar elementos como la seguridad y la estabilidad en el trabajo.
Fuente: El Economista