Quema de gas en México se dispara y hace temer objetivos climáticos

Quemar el exceso de gas es más económico que invertir en infraestructura para capturarlo, procesarlo y transportarlo para otros usos. Pero además del dióxido de carbono, la quema libera metano, un gas de efecto invernadero más potente.

Nunca oscurece por completo en Colonia El Carmen, hogar del centro de procesamiento de gas natural más grande de México, en el empobrecido estado de Chiapas.

Después de la puesta del sol, un resplandor rojo emana del Complejo Procesador de Gas Cactus, operado por Petróleos Mexicanos (Pemex).

La instalación no puede procesar el gran volumen de gas emitido como subproducto de la producción de petróleo y elimina el exceso quemándolo, una práctica industrial generalizada que, según los científicos, es perjudicial para el medio ambiente.

Quemar el exceso de gas es más económico que invertir en infraestructura para capturarlo, procesarlo y transportarlo para otros usos. Pero además del dióxido de carbono, la quema libera metano, un gas de efecto invernadero más potente.

Las imágenes satelitales de la NASA de sitios de llamaradas en todo México, analizadas para Reuters por científicos del Grupo de Observación de la Tierra de la Escuela de Minas de Colorado, mostraron que la quema de gas ha crecido drásticamente bajo la presidencia de Andrés Manuel López Obrador.

El volumen de gas quemado saltó en un 50% de 3,900 millones de metros cúbicos cuando López Obrador asumió el cargo en 2018 a 5,800 millones de metros cúbicos en 2020, mostraron los datos, colocando a México entre los 10 principales quemadores del mundo.

Datos preliminares recopilados para los primeros 10 meses de 2021 sugieren que México está en camino de romper el récord de actividad de quema de 2020, encontró el equipo de la Escuela de Minas de Colorado, con febrero registrando un máximo mensual histórico.

Los nuevos datos sugieren que, a pesar de firmar un compromiso internacional para reducir las emisiones de metano, México se está moviendo en la dirección opuesta al impulso global para reducir rápidamente la producción de gases de efecto invernadero.

Pemex declinó hacer comentarios. La presidencia de México, las secretarías de Energía y Medio Ambiente, así como el organismo regulador de seguridad y energía no respondieron a solicitudes de comentarios para este reportaje.

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México se encuentra entre los 34 países -así como 51 compañías petroleras-, que han firmado un compromiso respaldado por el Banco Mundial para reducir a cero la quema de rutina para 2030.

«Ha habido un aumento significativo tanto en la cantidad de sitios de quema individuales como en el volumen de gas que se quema en México», dijo Christopher Elvidge, investigador principal del equipo de la Escuela de Minas de Colorado.

Christopher Elvidge

Los datos satelitales son la única encuesta mundial diaria que recopila información sobre la temperatura, la ubicación y el tamaño de las llamaradas de gas de la industria petrolera.

Los datos preliminares de 2021 no han sido divulgados previamente y el análisis de las cifras de 2020 proporcionó la primera imagen detallada de dónde se está produciendo la quema en México.

Estos datos mostraron que Chiapas y los vecinos estados Tabasco y Veracruz son el epicentro de un aumento dramático en la quema de gas, cerca de varios centros de población.

Pemex reconoció el año pasado que los altos niveles de quema y la infraestructura obsoleta e inadecuada eran uno de sus diez principales desafíos.

La petrolera estatal más endeudada del mundo está bajo la presión de AMLO para aumentar la producción de crudo a bajo precio con poca inversión privada.

El presidente quiere que México sea autosuficiente en materia energética. Pero desde que asumió el cargo, la quema se disparó, mostraron los datos satelitales, mientras que la producción de petróleo cayó debido a que Pemex depende de campos maduros que contienen concentraciones más altas de gas.

López Obrador ha argumentado que tomará tiempo cambiar a Pemex después de que su administración heredó una empresa devastada por décadas de mala gestión y saqueo.

Otro año récord

Aunque los científicos estiman que el aumento de la quema emite millones de toneladas adicionales de gases de efecto invernadero, Pemex no revela las emisiones totales ni la cantidad de gas que se quema, se ventila o se desperdicia.

«La elevada -y creciente- actividad de quema tiene impactos tanto locales como globales», dijo Tamara Sparks, una investigadora que estudió los datos, refiriéndose a la contaminación en las comunidades locales y a los efectos en el calentamiento global.

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«Los nuevos sitios de quema que aparecen, como los que vimos en 2020 en México, pueden no funcionar con la misma eficacia que una combustión bien establecida y de funcionamiento constante», dijo Sparks, y añadió que esto podría conducir a un aumento proporcional de las emisiones de metano.

Los datos de 2020, la visualización más detallada de la quema de México hasta la fecha, mostraron que el número de llamaradas aumentó a 195 desde 141 dos años antes, con los mayores incrementos en Chiapas, Tabasco y Veracruz.

También mostró que tres de las cinco mayores chimeneas del país estaban cerca de varios pueblos, incluida la Colonia El Carmen.

El «infierno» de los residentes

Los residentes de Colonia del Carmen, donde viven aproximadamente 4,000 personas, enumeraron seis incidentes ambientales importantes relacionados con la quema de gas desde julio en una queja oficial a Pemex, con sello de recepción del 30 de septiembre. Los residentes dijeron que están esperando la respuesta de la petrolera.

Las fotografías de la queja muestran residuos de petróleo en una laguna utilizada para la pesca, en las calles y en los coches. Los residentes citaron varias bengalas tan grandes que causaron «pánico» y un calor tan intenso que provocó la cancelación de un cine al aire libre para niños.

Los residentes dijeron en 15 entrevistas distintas que habían sufrido dolores de cabeza o tos y los niños se quejaron de ojos irritados y picores en la piel.

Otros señalaron un fuerte y persistente olor a azufre, lluvias de ceniza y suelo contaminado.

«Es un infierno», dijo Orbilio García, cuyas tierras familiares fueron expropiadas por el Gobierno para ampliar las operaciones de Pemex, pero quien aún vive cerca. «Cuando nació nuestro hijo, nos preocupamos tanto por su salud que nos mudamos un poco más lejos, pero realmente no tenemos para irnos y empezar de nuevo en otro lugar», añadió.

Reuters no pudo verificar de forma independiente los acontecimientos de la denuncia y tampoco pudo determinar si los problemas de salud que los residentes describieron estaban relacionados con la quema.

Al nivel del suelo

Reuters visitó Chiapas y Tabasco durante varios días en octubre y contó más de 30 sitios en las propiedades resguardadas de Pemex donde se quemaba gas y otros hidrocarburos, incendios que serían registrados por las imágenes de satélite.

Más de una docena de estos incendios cerca de Colonia del Carmen, que está enclavada entre los centros de procesamiento de gas Cactus y Nuevo Pemex, se diferenciaban de la quema controlada de las chimeneas industriales cercanas.

Reuters captó imágenes de estas enormes llamas procedentes de pozos llenos de líquido, que lanzaban nubes de humo negro al aire.

Eduardo Prud»homme, un consultor de energía que pasó dos décadas trabajando en Pemex, dijo que el color, el movimiento y la forma de las llamas y el humo en las imágenes de Reuters indicaban la quema de gas mezclado con hidrocarburos más sucios que liberan más CO2, probablemente de pozos abandonados o infraestructura con fugas.

«No es normal, no en este tamaño», dijo Prud»homme, quien también trabajó en el regulador del sector energético y en el Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenagas)

Reuters no pudo confirmar de forma independiente su análisis. Pemex y el gerente del centro de procesamiento de gas Cactus no respondieron a solicitudes de comentarios.

Pemex está legalmente obligada a inspeccionar, mantener y reparar su infraestructura, incluidos los pozos abandonados, pero los expertos mexicanos en energía -entre ellos cinco reguladores actuales y anteriores- dijeron que era difícil imponer un castigo.

Rosanety Barrios, quien pasó casi dos décadas en el regulador energético y en la Secretaría de Energía, dijo que sancionar a la petrolera estatal «no parece probable» ya que el Gobierno la considera su «mayor interés» para lograr la independencia energética del país.

«Es cierto que Pemex siempre está presionado a producir y que hay presión sobre finanzas públicas», dijo Barrios.

Políticas «altamente insuficientes»

La falta de inversión y mantenimiento está empeorando la quema, pues López Obrador prioriza las actividades de exploración y producción, dijeron a Reuters cinco fuentes reguladoras y dos geólogos petroleros de Pemex.

Para cumplir con los objetivos internacionales de emisiones de México, el presidente está poniendo sus esperanzas en un mayor uso de energía hidroeléctrica y reforestación.

Climate Action Tracker, un sitio en internet manejado por científicos independientes, considera que las políticas de México son «altamente insuficientes» para alcanzar el objetivo de mantener el calentamiento global muy por debajo de los 2.0 grados centígrados, por no hablar del objetivo más estricto de 1.5 grados acordado en la conferencia climática de la ONU en París en 2015.

Las políticas de López Obrador conducirán a un aumento de las emisiones, en lugar de reducirlas, concluyó.

Los dos geólogos de Pemex con acceso a los datos de las reservas, que pidieron no ser identificados porque la información es sensible, dijeron que los retos para reducir la quema de gas sólo van a ser mayores.

No sólo Pemex está extrayendo todo el petróleo que puede de los yacimientos maduros -cuando tiende a salir más gas a la superficie-, sino que las características geológicas únicas de los nuevos yacimientos petrolíferos incluyen más gas, dijeron.

En una respuesta a Reuters, el regulador del sector hidrocarburos dijo que no tenía ninguna proyección para la futura quema porque no había claridad sobre las características geológicas de los campos que se explotarán en los próximos años y la infraestructura que se pondría en marcha para utilizar el gas.

En su último informe trimestral, Pemex reconoció que el 13% del gas que sale a la superficie como subproducto de la producción de petróleo se desperdicia actualmente, mucho más que el límite del 2% establecido por los reguladores.

Fuente: El Economista