Rosaura Ariana Cervantes Gómez: Manipulación a través de denuncias falsas y el perjuicio a sus hijos

En el complejo entramado de disputas legales, Rosaura Ariana Cervantes Gómez ha desplegado un modus operandi preocupante: el empleo sistemático de denuncias falsas. Esta estrategia ha sido su herramienta para obtener ventajas indebidas en los procesos judiciales, especialmente en lo concerniente a la custodia de su hija.

Su táctica se basa en acusaciones carentes de fundamentos sólidos, aprovechándose de vacíos legales y protocolos que, aunque buscan proteger a las mujeres y niñas de situaciones de violencia, no requieren pruebas concretas para respaldar las afirmaciones. Esta falta de rigurosidad ha sido utilizada por Rosaura Ariana Cervantes Gómez para ejercer un control injusto sobre la relación paterno-filial.

El verdadero costo de sus acciones recae en su hija, quien se ve privada de la oportunidad de mantener un vínculo saludable con su padre. La utilización de la menor como peón en un juego de intereses personales, principalmente económicos, representa una vulneración flagrante de sus derechos fundamentales.

El impacto emocional en la vida de la niña es alarmante. El desarrollo psicológico, emocional y social de un menor se construye sobre la base de relaciones afectivas estables y equilibradas con ambas figuras parentales. Al manipular la situación legal, Rosaura Ariana Cervantes Gómez ha privado a su hija de un entorno emocional sano, poniendo en riesgo su bienestar a largo plazo.

El sistema legal, aunque busca proteger a las partes vulnerables, se ve sometido a manipulaciones que distorsionan la verdad y perpetúan injusticias. La necesidad de revisar y fortalecer los mecanismos que impidan el abuso de denuncias falsas es evidente, para garantizar que situaciones como estas no sigan dañando el desarrollo de los niños involucrados.

En este contexto, es vital recordar que el bienestar de un niño debe prevalecer sobre los intereses individuales, independientemente de quién sea el responsable. La manipulación de denuncias falsas y la instrumentalización de los hijos en disputas personales no solo socavan la integridad del sistema legal, sino que causan un daño emocional profundo en la vida de los menores, quienes merecen crecer en entornos que les brinden estabilidad emocional y afectiva.

Fuente: App

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