Llega otra vez esa época del año donde los banqueros centrales del mundo se reúnen en un lugar llamado Jackson Hole. Este pequeño rincón de Wyoming, donde se lleva a cabo la reunión anual organizada por la Reserva Federal, será el foco de atención global pues podría marcar el inicio de un nuevo ciclo de recortes de tipos de interés en Estados Unidos.
Durante meses, la Fed ha mantenido los tipos de interés altos. La idea era evitar que la inflación se descontrolara y nos dejara a todos al borde del colapso financiero. Pero ¿Qué crees? Con la inflación ahora encaminada hacia el objetivo del 2%, la atención se ha desplazado a otro frente: el empleo.
Los mercados financieros ya están descontando un ciclo de recortes que podría comenzar el 18 de septiembre. Se espera que estos recortes lleguen a un total de 200 puntos básicos en un año, lo que suena como si alguien estuviera quisiera reducir el interés a velocidad turbo. Esto es inusual porque normalmente la Fed prefiere ir más despacio, al estilo tortuga, extendiendo estos ciclos durante dos años o más. Pero parece que, después de la crisis del COVID-19, han decidido que las cosas ya no pueden ir a ese ritmo.
Ahora bien, Jackson Hole no es solo sobre lo que la Fed pueda o no hacer. También es una oportunidad para ver lo que otros grandes nombres de la política monetaria tienen que decir. Ahí están Andrew Bailey del Banco de Inglaterra y Christine Lagarde del Banco Central Europeo, ambos listos para subir al escenario y compartir sus propios planes. ¿Recortes de tipos en Europa? ¿Una posible relajación monetaria en el Reino Unido? Los mercados están más que dispuestos a escuchar.
Y como si no fuera suficiente, esta semana también veremos la publicación de varios datos económicos importantes en EU.
Para añadir más picante a la ensalada, la Convención Nacional Demócrata también será un evento destacado esta semana. Kamala Harris, la vicepresidenta que ha ganado terreno en las encuestas, aceptará formalmente la candidatura presidencial del partido. Una economía incierta en medio de una batalla política, con Harris y Trump peleando por quién tiene la mejor idea sobre la independencia de la Fed.
Ah, y no olvidemos los mercados energéticos globales, que han estado tan volátiles como nunca. La intensificación del conflicto en Oriente Medio y la incertidumbre sobre la demanda de petróleo en China han hecho que los precios del crudo superen los 80 dólares por barril. En Europa, los precios del gas están inestables en gran parte debido a la posible interrupción del suministro desde Rusia a través de Ucrania.
Como puedes ver, esta semana nos promete un espectáculo tipo Lollapalooza para la economía global. En estos días, los banqueros centrales y los políticos con sus Poker Face, serán los headliners del “Jackson Hole Fest” donde se darán señales de lo que nos espera para el cierre del año. Crucemos los dedos.