Además de recuperar la inversión que ya desembolsó, la compañía podría pedir la reparación de las pérdidas de capitalización de mercado por la caída del precio de su acción, afirma una consultoría; la cervecera se declaró lista para dialogar con el gobierno.

Una eventual demanda de Constellation Brands por el posible freno de una planta de cerveza en contra del gobierno mexicano podría considerar no sólo el monto invertido, sino también otras pérdidas colaterales que esto genera a la empresa, indicó la empresa Consultores Internacionales Ansley.

Por ejemplo, luego del anuncio de los resultados de una consulta pública al respecto, las acciones de la empresa cayeron más de 10 por ciento.

En ese marco, Constellation Brands, firma con licencia para distribuir productos del Grupo Modelo en Estados Unidos, se dijo lista para entablar conversaciones y trabajar en un plan de acción con el gobierno mexicano respecto al futuro de la planta de Mexicali, Baja California.

Es probable que la empresa determine el curso de acción legal a tomar una vez que el gobierno federal le comunique las alternativas que podría ofrecer (cancelarlas, ofrecerles otro lugar para llevar a cabo su proyecto, rembolsar los gastos realizados, entre otros) y el curso de acción general que seguirá para implementar los resultados de la consulta.

Esta empresa estadounidense ha invertido 900 de 1,400 millones de dólares que tiene programado en la construcción de una planta de cerveza en Mexicali, pero, por una supuesta insuficiencia de agua en la región y la realización de una encuesta local sobre ese asunto, el gobierno de México ha declarado que se le negará el permiso de agua a la fábrica, lo que implicaría cancelar las obras ahí.

Además, según Ansley, utilizando el sistema judicial mexicano, se puede anticipar un amparo en contra de los resultados de la consulta, la obligatoriedad de sus resultados o de cualquier decisión que el gobierno pueda tomar contra sus intereses, basados en los resultados de dicha consulta.

Sobre las opciones a nivel internacional, contenidas en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la empresa podría considerar un caso de inversionista–Estado, en donde la empresa demande al gobierno en un tribunal por alguna de las causales contempladas (expropiación indirecta, trato nacional, discriminación, nivel mínimo de trato, etcétera).

“Estamos listos para entablar las conversaciones necesarias con el presidente Andrés Manuel López Obrador y su gabinete para trabajar de cerca en un plan de acción que considere los grandes retos actuales y futuros que enfrenta México en lo económico y lo social”, refirió Nina Mayagoitia, vicepresidenta de Comunicación de Constellation Brands en México.

En la víspera, Diana Álvarez, subsecretaria de Gobernación, confirmó los resultados de la encuesta ciudadana, que se llevó a cabo el fin de semana pasado en Mexicali, y mencionó que se pondría en contacto con la compañía para “buscar opciones para subsanar daños”.

Según la empresa, el proyecto cuenta con los requisitos legales para su operación y muestra 70% de avance.

El fin de semana pasado se llevó a cabo la consulta ciudadana sobre la conclusión de la planta de Constellation Brands. En ella, 76.1% (27,975) votos de los 27 módulos instalados rechazó el proyecto, mientras que 23.2% (8,557) de los reactivos se declararon a favor.

“México es muy importante para nosotros, hemos tenido una relación positiva y mutuamente beneficiosa con el país por más de 30 años, y tenemos la confianza de que continuará igual”, agregó la empresa.

En su conferencia matutina del 23 de marzo del 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador puntualizó que si es necesario hablará con directivos de la empresa y buscará dar facilidades para instalar la planta en regiones donde haya agua.

Fuente: El Economista

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