A pesar de que en México existe una norma que regula los dispositivos de seguridad en los autos nuevos desde 2016, aún no termina de entrar en vigor y por lo tanto aún no obliga a la industria automotriz a cumplir con los requerimientos de seguridad vehicular de estándar de impacto frontal y lateral que podría salvar vidas, evitar lesiones y ahorrar millones de dólares en costos de salud, señalaron organizaciones no gubernamentales entre ellas El Poder del Consumidor, Reflexiona con Responsabilidad y México Previene.
Durante un foro sobre el tema, dijeron que en el país ocurren más de 16 mil muertes al año en hechos viales, es decir, más de 40 muertes al día. Los siniestros vehiculares son la segunda causa de de defunción en personas de 5 a 34 años según estadísticas públicas. Incluso dijeron que la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su informe sobre la Situación Mundial de la Seguridad Vial 2018, estima que las mayores tasas de mortalidad se presentan en países de bajos recursos, esto se debe en gran parte a que sólo el 40 por ciento de 175 naciones han adoptado los estándares prioritarios de seguridad en carros como lo recomiendan la Organización de las Naciones Unidas.
Expresaron que esta situación ha llevado a estudiar la aplicación de normas de seguridad vehicular como una medida eficaz con la que se podrían prevenir muertes y lesiones en países como México.
Comentaron que de acuerdo con el estudio El Potencial de los Estándares de Seguridad Vehicular para Prevenir Muertes y Lesiones en Argentina, Brasil, Chile y México una actualización de 2018, elaborado por el Laboratorio de Investigación de Transporte del Reino Unido, hizo una revisión de los sistemas de seguridad y su potencial para salvar vidas mediante la aplicación de un rango más amplio de normas de seguridad vehicular de 2020 a 2030 en los cuatro países latinoamericanos.
El estudio comprobó que los autos en América Latina en materia de seguridad se encuentran aproximadamente con 15 años de retraso respecto a los que se comercializan en Gran Bretaña, por lo tanto la modelación de seguridad secundaria para los ocupantes se construye bajo el supuesto de que los modelos 2016 de América Latina equivalen a los modelos vendidos en Europa en 2001.
Las organizaciones presentaron los resultados de este análisis para el caso de México, donde la aplicación y el cumplimiento de una regulación que incluya obligatoriamente el Sistema Electrónico de Estabilidad (ESC), el estándar de protección a peatones y el Sistema de Frenado Autónomo de Emergencia (AEB), podrían evitar más de 3 mil 600 muertes de peatones ciclistas y ocupante de auto.
Según el análisis, la introducción de la regulación del ESC en México sería costó benéfica tan sólo cuatro años de su implementación si se aplica lo más pronto como posible, los beneficios económicos sociales por la implementación del dicho sistema en 2020 salvarían 206 vidas, evitarían 746 lesiones graves y ahorrarían 194.99 millones de dólares por lesiones graves y muertes evitadas para el período 2020 2030.
En cuanto a la implementación del estándar de protección al peatón y el Sistema de Frenado Autónomo de Emergencia para proteger a usuarios vulnerables de la vía, ya sea peatones y ciclistas, permitiría salvar en 10 años la vida de 3 mil 187 peatones y 222 ciclistas.
Por ello las organizaciones recordaron que la implementación de esta tecnología en el país puede ser posible a corto plazo, de actualizarse, se hacerse cumpliría una normatividad de seguridad vehicular de acuerdo a los estándares internacionales y recomendaciones de organismos como la OMS, ONU y el Laboratorio Investigaciones en Transporte del Reino Unido.