Advierte CEESP que incentivos fiscales para atraer empresas por nearshoring son subsidios prohibidos

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advierte que los incentivos fiscales anunciados por el Gobierno federal para que empresas de 10 sectores inviertan o relocalicen sus fábricas en México, fenómeno conocido como nearshoring, son subsidios a la exportación prohibidos.

“La política industrial selectiva implica riesgos, ya que parece ser violatoria del código de subsidios y subvenciones de la Organización Mundial de Comercio, al que se acogen nuestros socios comerciales, notablemente Estados Unidos y Canadá”, manifiesta el organismo a cargo de Carlos Hurtado López.

“Empresas o incluso los gobiernos de estos países podrían impugnar la medida ya que los beneficios fiscales sólo aplican a las exportaciones. Son subsidios a la exportación, que están prohibidos”, declara el órgano asesor en materia económica del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador anunció la semana pasada incentivos fiscales para 10 sectores: alimentación humana y animal, fertilizantes y agroquímicos, farmacéuticas, componentes electrónicos, maquinaria de relojes, equipo médico, baterías, acumuladores, cables, enchufes y otros productos de electricidad.

La estrategia fiscal lanzada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) busca traer también compañías dedicadas a la fabricación de motores de para automotores con diversas tecnologías; equipo electrónico y componentes para vehículos, motores de combustión, turbinas y transmisiones para aeronaves, así como equipo no electrónico para usos médicos, de laboratorio y dentales, además de productos para la producción de obras cinematográficas o audiovisuales.

El plan de la SHCP es atraer más inversión extranjera a través de incentivos fiscales, como la depreciación acelerada o inmediata de las inversiones de diversos tipos. 

Además, establece que aplicarán “cuando estos contribuyentes se dediquen a la producción, elaboración o fabricación industrial de los bienes que se señalan, y además los exporten”, refiere el CEESP.

Esta política industrial para atraer inversión de empresas es discriminatoria al seleccionar sólo algunos sectores de la economía, agrega.

En el mismo sentido, el centro de investigación considera que los incentivos fiscales otorgados a las compañías extranjeras es excluyente, ya que no considera a otros sectores, particularmente los no exportadores.

El sector no exportador, en el cual abundan las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) es de los menos avanzados y los que menos se han aprovechado de las ventajas de la apertura comercial en el pasado, añade.

“Dicha exclusión naturalmente aplica a regiones también menos favorecidas por la apertura”, advierte el CEESP.