El nuevo presidente de la Asociación Europea de Proveedores de Automoción (CLEPA), Matthias Zink, avisó que las ventajas competitivas de China con los vehículos eléctricos no responde sólo a los subsidios a su industria, sino también al desarrollo tecnológico y al diseño de sus autos.
“El proteccionismo no es la solución (…). No nos protegerá de la competencia real. Los productores chinos son competitivos a nivel técnico. A la gente les gustan su tecnología, sus acabados”, dijo Zink en una charla con la prensa.
La Comisión Europea abrió formalmente el pasado octubre una investigación contra los posibles subsidios ilegales de China a su industria de la automoción eléctrica, pesquisas que aún no han concluido.
El presidente de CLEPA, también consejero delegado de la rama de Tecnologías de Automoción del grupo alemán Schaeffler, consideró que “es justo analizar si los competidores respetan las normas”, pero subrayó que China compite porque coloca “muy buenos productos en el mercado”.
El sector europeo de la automoción debe reaccionar con “innovación y agilidad”, y también buscar opciones para abaratar los costes de producción respecto a los costes más bajos que ofrece China.
“Es algo que tentemos que trabajar en Europa”, dijo Zink, que mencionó en particular los elevados precios de la energía en la Unión Europea (UE) y señaló que Europa es un lugar “fantástico” para innovar y producir, pero es “caro” y avisó que regar de ayudas públicas a la automoción no es una solución duradera porque “no puedes trabajar con subsidios a largo plazo”.
Europa sigue con trabajas en la competencia de autos eléctricos
Los fabricantes de componentes para la automoción, que emplean a 1.7 millones de personas en la UE, señalaron también que el sector se encuentra en una débil posición ya que la mitad de las empresas en Europa están por debajo del umbral de rentabilidad del 5% sobre las inversiones.
Se trata de una circunstancia que no es exactamente nueva pero que se acrecentó por la pandemia, pues las ventas de coches en Europa aún no recuperan su nivel previo al Covid-19, precisó el secretario general de CLEPA, Benjamin Krieger.
En cuanto a las perspectivas del año en curso, Zink pronosticó que “la primera mitad del año será probablemente muy robusta” en términos de ventas aunque aún es “muy pronto para hablar de la segunda mitad”.
Agregó que los precios de los coches deberían mantenerse “bajo control” tras las alzas de los últimos ejercicios y limitó el impacto que pueda tener en el sector de la automoción la crisis de los hutíes en el mar Rojo más allá de que hay “tiempos de espera algo más largos en la cadena de suministro”.
“No diría que (los precios) vayan a empeorar este año”, comentó Zink, quien no obstante añadió que los fabricantes de componentes tienen que “mantener grandes presupuestos de I+D para la transformación” que añade “presión sobre los costes”.
Europa decidió prohibir las ventas de coches que emitan CO2 en 2035 y “la mejor noticia es que aún quedan 10 años, porque lo que necesitamos en tiempo”, dijo Zink.
De cara a esa transición pidió “apertura tecnológica” para mantener abiertas todas las alternativas al motor de combustión, desde los eléctricos a los coches impulsados por hidrógeno o por combustibles sintéticos (efuels) y destacó la importancia de proseguir con la electrificación, garantizar que habrá suficiente electricidad verde y también puntos de carga para coches.