La llamada cuarta revolución industrial, caracterizada por la digitalización de los procesos industriales, ayudaría al país a elevar la productividad hasta en 20%, reducir el “time to market” hasta un 50%, aumentar la flexibilidad de la producción y de la personalización de la producción y la calidad, así como eficientar el uso de los recursos productivos, comentó Iván Pelayo, vicepresidente de Digital Factory de Siemens Mesoamérica.
El informe que sondeo a 196 de los principales clientes de Siemens en el país, mostró que las exportaciones manufactureras y la inversión privada en el sector industrial se están convirtiendo en motores dinámicos del crecimiento de la economía mexicana.
Y es que la industria en México es un pilar fundamental de la economía ya que representa el 32% del PIB y 35% de las exportaciones, dijo el ejecutivo.
Siemens ve a México como uno de sus principales mercados a nivel global con potencial para adoptar y detonar la digitalización. Su adopción en el sector industrial podría representar que el país se posicione como la quinta economía más influyente en el mundo, informó Pelayo.
Cabe mencionar que el país está a las puertas de la Industria 4.0 o cuarta revolución industrial marcada por la digitalización. La aplicación de las IT a los procesos de producción crea instalaciones autónomas y una cadena de producción auto gestionable, además de permitir una configuración que da respuestas de manera más rápida y eficiente para los requerimientos actuales del mercado.
El Estudio de Siemens reveló que la digitalización es un reto para México que ya empezó a ocurrir en las industrias y será clave en el incremento de la competitividad económica de país, donde el capital humano es un factor clave para la transformación digital y la sinergia de sectores es imprescindible para la transformación digital.
Además cabe señalar que la transformación digital podría implicar un incremento de $3,500 millones de pesos en la industria mexicana para el año 2025. La digitalización en México se suma a las reformas estructurales que está viviendo el país, y exige que responda al desafío de lograr una actuación coordinada y una alianza cooperativa entre el gobierno, la industria y las universidades.