Chihuahua, la ciudad con la mejor calidad laboral en el país durante el 2019

La urbe manufacturera presentó la primera posición en el Índice de Calidad y Competencia de la Ocupación Municipal de El Economista.

Metodología: El objetivo del Índice de Calidad y Competencia de la Ocupación Municipal, realizado por El Economista, es saber cómo se encuentran las 36 ciudades urbanas de 100,000 habitantes o más en materia laboral, principalmente en acceso y calidad al trabajo, y a su vez, realizar un ranking que pusiera a competir a los gobiernos locales. Este indicador se hizo mediante ocho tasas complementarias de ocupación y desocupación, obtenidas de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, que corresponden a: desocupación, ocupación parcial y desocupación, presión general, trabajo asalariado, subocupación, condiciones críticas de ocupación, informalidad laboral y ocupación en el sector informal. En cada tasa complementaria se realizó un ranking para asignar un valor; si la ciudad, por ejemplo, se ubicaba en último lugar de desocupación, se le daba la mayor cantidad de puntos por ostentar la mejor posición en calidad laboral, en relación con las otras ciudades —y viceversa para aquellas que se encontraron en los primeros escalones. Al hacer este ejercicio con cada una de las 36 ciudades, se realizó un índice general con las ocho tasas, con el mismo peso cada una, cuyo resultado se convirtió en un indicador con escala de 0 a 100 puntos, donde la ciudad más cercana a 100 manifiesta una mejor calidad de la ocupación (para obtener 100 puntos la urbe debe ser la mejor en todas las tasas). El índice se dividió en cuatro niveles: alto (mayor a 75 puntos), medio alto (menor a 75 y mayor a 50 puntos), medio bajo (menor a 50 y mayor a 30 puntos) y bajo (menor a 30 puntos). Es importante destacar que la función de este indicador es premiar a las ciudades con mayor constancia en acceso y calidad del empleo (tener las menores tasas, a excepción de la referente a trabajo asalariado).

Chihuahua fue la urbe del país con la mejor calidad de la ocupación y el acceso al trabajo al cierre del 2019, en comparación con 36 ciudades urbanas de 100,000 habitantes o más.

Mientras, con las peores condiciones laborales: Tlaxcala, Villahermosa, la Ciudad de México (área metropolitana: las 16 alcaldías más 44 municipios del Estado de México que están conurbados) y Tuxtla Gutiérrez.

¿Por qué Chihuahua ostenta la mejor calidad y acceso al trabajo? Principalmente, la capital de la entidad de Chihuahua, que destaca por su industria de transformación (automotriz, aeroespacial, metal-mecánica, médica y agroindustrial), así como por ostentar bajo rezago social y un nexo importante con Estados Unidos, presentó el año pasado, el menor nivel de informalidad, y de los más altos en el porcentaje de sus ocupados con trabajo asalariado.

Lo anterior se observó en el Índice de Calidad y Competencia de la Ocupación Municipal que elaboró El Economista.

De acuerdo con este indicador, a nivel nacional, como agregado de las 36 ciudades urbanas analizadas, el índice fue de 39.5 puntos, de 100 posibles, que significó un rango medio bajo.

El objetivo de este índice es saber cómo se encuentran las 36 urbes de 100,000 habitantes o más en materia laboral (representan en conjunto 47% de los ocupados en la República Mexicana), particularmente en acceso y calidad al trabajo, y a su vez, realizar un ranking que pusiera a competir a los gobiernos locales.

El índice se hizo mediante ocho tasas complementarias de ocupación y desocupación, obtenidas de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, que corresponden a: desocupación, ocupación parcial y desocupación, presión general, trabajo asalariado, subocupación, condiciones críticas de ocupación, informalidad laboral y ocupación en el sector informal.

En cada tasa complementaria se realizó un ranking estatal para asignar un valor. Si la ciudad, por ejemplo, se ubicaba en último lugar de desocupación (Juárez, con 1.77% de su Población Económicamente Activa —PEA—), se le daba la mayor cantidad de puntos por ostentar la mejor posición en calidad laboral (en este caso, 36 puntos), en relación con las otras ciudades, y viceversa para aquellas que se encontraron en los primeros escalones (Villahermosa obtuvo una desocupación de 6.29% de la PEA —la más elevada de México—, por lo que consiguió sólo 1 punto).

Este ejercicio se hizo con cada una de las 36 ciudades, al cierre del 2019, logrando un índice general con las ocho tasas, con el mismo peso cada una, cuyo resultado se convirtió en un indicador con escala de 0 a 100 puntos, donde el territorio más cercano a 100 manifiesta una mejor calidad de la ocupación y acceso al trabajo (para obtener 100 puntos debe ser la mejor en todas las tasas).

El índice se dividió en cuatro niveles: alto (mayor a 75 puntos), medio alto (menor a 75 y mayor a 50 puntos), medio bajo (menor a 50 y mayor a 30 puntos) y bajo (menor a 30 puntos).

Es importante mencionar que la función de este indicador es premiar a las ciudades con mayor constancia en acceso y calidad del empleo (tener las menores tasas, a excepción de la referente a trabajo asalariado).

Resultados generales

Con este contexto del índice, resultó que solamente Chihuahua se ubicó en un nivel alto, con 87.2 puntos. En medio alto se posicionaron 17 ciudades, destacando con más de 65 puntos Aguascalientes, Tijuana, Monterrey, Juárez, Saltillo, Querétaro y Mexicali.

En medio bajo se situaron 12 territorios, donde Cancún y Campeche, con más de 45 puntos, están cercanos al nivel medio alto. En el umbral bajo están seis ciudades: Tepic (29.9 puntos), Oaxaca (21.2), Tuxtla Gutiérrez (18.4), el área metropolitana de la Ciudad de México (18.1), Villahermosa (14.2) y Tlaxcala (12.8).

La referencia

Así, Chihuahua quedó en el primer lugar del Índice de Calidad y Competencia de la Ocupación Municipal, porque exhibió constancia en las ocho tasas complementarias de ocupación y desocupación.

Al finalizar el 2019, alcanzó las relaciones más bajas: lugar 12 en desocupación (3.40% de la PEA); cuarto en ocupación parcial y desocupación (6.49% de la PEA —desocupados y ocupados que trabajaron menos de 15 horas a la semana ); sexto en presión general (5.18% de la PEA —desocupados y ocupados que buscan empleo ) y en subocupación (3.26% de los ocupados —necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual le permite).

Así como quinto en condiciones críticas de ocupación (6.69% de los ocupados —trabajan menos de 35 horas a la semana por razones de mercado; más de 35 horas con ingresos mensuales de hasta un salario mínimo, más de 48 horas, ganando hasta dos salarios mínimos); primero en informalidad laboral (26.06% de los ocupados —sin acceso a seguridad social, micronegocios no registrados, agricultura de subsistencia) y en ocupación en el sector informal (12.98% de los ocupados —trabajan para una unidad económica que opera a partir de los recursos del hogar, pero sin constituirse como empresa).

Además, fue la segunda ciudad con el mayor porcentaje de trabajo asalariado (81.74% de los ocupados), es decir, que se percibe de la unidad económica para la que trabaja un sueldo, salario o jornal, por las actividades realizadas.

Tlaxcala se colocó en la última posición debido a que exhibió de los coeficientes más elevados en las ocho tasas analizadas (a excepción de desocupación, quedándose a mitad de la tabla); de hecho, tuvo la mayor relación del país en informalidad laboral (66.63%) y en ocupación en el sector informal (41.04%), así como la segunda más alta en subocupación (12.25%), detrás de Oaxaca (14.36 por ciento).

Comparación

El Índice de Calidad y Competencia de la Ocupación Municipal 2019 no pudo comparase con los resultados del 2018, debido a que en el primer trimestre del año pasado se incorporaron Mexicali, Ciudad Juárez y Reynosa, alcanzado ya una cobertura de 36 ciudades.

Aunque si dejamos constantes las variables de estas tres urbes para el 2018, da que Tijuana, San Luis Potosí, Chihuahua y Querétaro se ubicaron en el nivel alto del indicador.

Fuente: El Economista