El optimismo del mercado y la mejora en las perspectivas servirán de apoyo
Desde los mínimos marcados por el Stoxx 600 y el S&P 500 tras la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea, ambos índices se anotan subidas del entorno del 25%. Con estos ascensos en poco más de un año, las valoraciones se han ajustado y algunas voces ya advierten de que los múltiplos a los que cotiza la renta variable comienzan a ser demasiado elevados.
Sin embargo, históricamente las bolsas han mostrado fortaleza para seguir subiendo tras una revalorización como ésta. De acuerdo con los datos recopilados por Citi, en 36 de las 72 ocasiones en las que el mercado de renta variable se ha apuntado una subida del 25%, ha prolongado el ascenso con ganancias medias que han llevado la subida inicial al 50% en los siguientes 12 meses. El 26% de las veces experimenta ganancias de un solo dígito, que de media acaban en un 5% más. En el 24% restante se sufre una corrección que de media se queda en el 14%.
Los detonantes
Pero para que llegue la segunda parte del rally, el mercado es mucho más exigente que en la primera. Según explican desde la entidad norteamericana, la primera ración de la subida llega por una recalificación de las acciones -subida de múltiplos-, mientras que en el segundo plato entran en juego las expectativas de beneficio por acción (BPA).
Si las previsiones de BPA experimentan un crecimiento, estas impulsan al mercado que, además, se apoya en ellas para continuar con su recalificación. Si, por contra, el aumento de las ganancias se tambalea, los inversores se contagian y dejan de estar dispuestos a pagar múltiplos tan exigentes como en la reacción inicial.
«Este mercado alcista global que ya dura 8 años puede estar ya mayor, pero no pensamos que esté acabado», explica el informe de Citi, donde prevén «una ganancia del 9% para la renta variable mundial antes de mediados de 2018».
Precisamente, este año por primera vez desde 2010 los cinco grandes mercados -Estados Unidos, Europa, Japón, Emergentes y Reino Unido- aumentarán su beneficio de forma simultánea. «Nuestros economistas prevén la primera recuperación global sincronizada desde 2010. Ese es un cambio clave con respecto a los últimos 7 años, cuando al menos una gran región contrarrestó la fortaleza del resto y creó una fragilidad que hizo a los mercados más sensibles a los cambios marginales en el crecimiento», explican en Morgan Stanley.
Así, consideran que hay motivos para el optimismo con respecto a la renta variable: «Los flujos de dinero en las acciones globales han sido insignificantes desde 2010. Las operaciones corporativas en comparación con el tamaño del mercado siguen bien por debajo de los altos del ciclo y la confianza ha aumentado en un momento en el que el dinero es extremadamente barato», inciden en Morgan Stanley, donde recuerdan que «la codicia es una fuerza poderosa» y que «un caso realista sería que un crecimiento mayor del esperado provocase aún mayores subidas de las previstas».
Vía: http://www.economiahoy.mx