La situación sanitaria en México, su impacto en el consumo e inversión, así como los estímulos fiscal y monetario, son el común denominador en las posiciones que prevalecen entre expertos de bancos de inversión.
La situación sanitaria en México, su impacto en el consumo e inversión, así como los estímulos fiscal y monetario, son el común denominador en las posiciones que prevalecen entre expertos de bancos de inversión.
Todos concuerdan que aún con la pandemia encima es difícil anticipar que se presente un nuevo cierre de actividades económicas, y en todos el fantasma del manejo del Covid-19 sigue pesando para proyectar la fuerza que tendrá el que fue por meses un resistente motor de crecimiento: el consumo.
Anemia y desconfianza aguda
Para Alfredo Coutiño, Director para América Latina en Moody´s Analytics, la economía padece una “aguda anemia desde que se aplicaron las medidas proteccionistas”. Según su pronostico, la economía se contraerá 11.5% este año, una caída más profunda de la estimada anteriormente, de -10.5 por ciento.
Con él concuerda el economista senior de la consultoría Pantheon Macroeconomics, Andrés Abadía, quien estima que la probabilidad de que la economía registre una caída de 11% este año es alta, tomando en cuenta la limitada estrategia fiscal para estimular a la economia y atender la pandemia, “lo que ha agudizado la desconfianza de agentes económicos, que de por sí se habían apartado de tomar decisiones de inversión de largo plazo”.
El economista en jefe para América Latina en Credit Suisse, Alonso Cervera anticipa que la economía registrará un desplome de 10.3% en el año, desde -9.5% estimado en abril.
“Seguiremos atorados en problemas del virus los siguientes meses y esto significa que las familias seguirán muy cautelosas, sin salir por temor a contagiarse; no gastarán de más por temor a perder el empleo y la recuperación se dará en función de la confianza sobre la pandemia”.
En el banco de inversión Goldman Sachs ya movieron su pronóstico del PIB anual a -9.9% con sesgo a la baja, desde -8.5% previsto el mes anterior.
Para Alberto Ramos, economista para América Latina en Goldman Sachs, la respuesta fiscal del gobierno a la pandemia limita la recuperación de la economía que de por sí luchaba con problemas estructurales para crecer.
Destaca además que la demanda externa de bienes y servicios y la llegada de turistas podría ser incierta si se confirma una segunda ola de contagios en Estados Unidos y Europa.
El Jefe de Investigación Económica para América Latina en Barclays, Marco Oviedo mantuvo sin cambio su pronóstico para el producto en 2020, en una contracción de 8.8 por ciento.
Argumenta que el desplome de la producción mexicana en el segundo trimestre está recargado en más de 90% en el impacto económico de la pandemia.
El economista en jefe para México y Colombia de BNP Paribas, Joel Virgen, mantiene sin cambio su pronóstico de una contracción del PIB en 8.2% y admite que hay riesgos a la baja. Matizó que siendo el origen de este desplome económico mundial una emergencia sanitaria, es mucho más difícil tener pronósticos más certeros.
IP: no hay elementos para repuntar
Por su parte, el sector empresarial en México discrepó con el “optimismo desbordado” del presidente Andrés Manuel López Obrador, a lo que advirtió que en esta ocasión, la relación con Estados Unidos “no será el mecanismo para lograr una reactivación económica automática” debido a la recesión que presenta.
En estos momentos críticos, el gobierno federal debe tomar acciones de reactivación de la economía ya, en calidad de urgente, porque de lo contrario, hacerlo después costará mucho en pobreza, hambre y desempleo, sentenció Enoch Castellanos, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación.
“No coincido con el optimismo desbordado del presidente de México y el gobierno, de que la economía va a rebitar con la misma fuerza con la cual cayó para hacer un efecto en V, porque no hay los fundamentos para repuntar: sin estímulos, sin una política contracíclica ni expansión en el gasto ni inversión pública o privada para que esto se dé”, acotó el líder de los industriales de la transformación en México.
Por su parte, José Luis de la Cruz, presidente del Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico, dijo que “el peso de la actual inercia recesiva es el más grande en la historia de México. Se requiere de un programa económico emergente para hacerle frente”.
Advirtió que en esta ocasión, Estados Unidos no será el mecanismo para lograr una reactivación económica automática, ya que durante el segundo trimestre la primera economía del mundo retrocedió 32.9 por ciento.
Al mismo tiempo, el último reporte de solicitudes de seguro de desempleo muestra que la recuperación de su mercado laboral ha comenzado a moderarse.
José Manuel López, presidente de la Concanaco-Servytur, dijo que si bien el Covid-19 ha ocasionado inactividad, el problema en México ha sido que ante la falta de apoyos gubernamentales. “Esto ha llevado al país a un afectación de la economía que podría tardar años en recuperarse”, acotó.
Fuente: El Economista