La incertidumbre que imprime el fantasma de los aranceles que quiere aplicar Estados Unidos a México seguirá retrasando las decisiones de inversión productiva y afectando al crecimiento, advirtieron economistas de Goldman Sachs y Valores Mexicanos Casa de Bolsa (Valmex).
Sobre todo la expectativa de que México responda con una represalia, puede imprimir una presión adicional en la dinámica de la actividad económica, refirió el economista para América Latina en Goldman Sachs, Alberto Ramos.
“Incluso si nunca se aplican aranceles, la incertidumbre de la política comercial puede restar entre medio punto del PIB y un punto del PIB al crecimiento de la economía”, previó.
La incertidumbre conduce a decisiones de inversión y gasto más defensivas. Es en este sentido que impactaría negativamente al crecimiento económico, señaló Ramos.
Aparte, el economista en jefe de Valmex Casa de Bolsa, Víctor Ceja Cruz, coincidió que entrar en una guerra comercial con Estados Unidos vía represalias, podría generar una reacción en el tipo de cambio que presionaría la inflación.
Bajo este escenario de presiones inflacionarias Banco de México tendría que reaccionar vía tasas, lo que también motivaría una presión adicional sobre la economía.
Ceja Cruz, matizó que hay un efecto contrario de los aranceles: el encarecimiento de los flujos comerciales que baja el crecimiento económico y disminuye la demanda agregada.
Teniendo estos impactos contrapuestos, la decisión del Banco de México es recortar la tasa pues no es muy claro el impacto de los aranceles en la economía mexicana, señaló Ceja Cruz.
Los analistas anticipan que en la presentación del Informe Trimestral del Banco de México (Banxico) que se divulgará este miércoles al mediodía, el instituto central actualizará su pronóstico de crecimiento incorporando el efecto de los aranceles y la incertidumbre en la actividad económica.
Algunas firmas, como la administradora de fondos, Franklin Templeton, ya están poniendo números a los escenarios negativos que se presentarían en caso de que se apliquen aranceles.
Ahí suponen que se presentaría una recesión que llevaría al PIB a registrar cero crecimiento en promedio que conduciría a una degradación de dos niveles en la calificación. A este escenario le conceden un 20% de probabilidad.
Recesión conduciría a perder grado de inversión
Las tres calificadoras de mayor operación mundial: Fitch, Moody’s y S&P ya advirtieron públicamente que la economía mexicana podría caer en una recesión durante este año si no se consigue desactivar la amenaza de los aranceles de 25% en todos los productos de importación hacia Estados Unidos.
En Fitch específicamente, proyectaron que el Producto Interno Bruto (PIB) del 2025 podría registrar un avance de apenas 0.3%, que incorpora la posibilidad de una contracción económica en algún tramo del año.
El economista de Valmex agregó que una recesión conduciría a una menor recaudación tributaria, en particular el IVA e ISR y por tanto se debilitaría la capacidad de México para responder a sus obligaciones. Esto significa que no podría bajar el déficit fiscal del 6% del PIB, lo que impondría un riesgo adicional, que es perder el Grado de inversión.
“El riesgo que Fitch está viendo está más cargado al crecimiento económico. Si bien no hay señal de hacer un downgrade /recorte, porque la perspectiva está todavía estable, en la eventualidad de que se caiga en recesión y se afecte la capacidad de pago, el riesgo de perder el grado de inversión sería mayor”, señaló.
La calificación soberana de México en “BBB-/perspectiva estable”, que es el nivel más bajo del grado de inversión, o un escalón arriba de las notas especulativas.
Apenas el 5 de febrero, la encuesta recabada por Citi evidenció que el mercado esperaba un crecimiento promedio de 1 por ciento.
Esta proyección se encuentra en un rango de pronósticos que oscilan entre 0.2%, el más bajo, anticipado por Banamex y el más alto de 1.7% estimado por Signum Research.
Las previsiones fueron recabadas después de conocerse la negociación de la presidenta de México Claudia Sheinbaum con el presidente de Estados Unidos que abrió una prórroga de un mes a la entrada en vigor de los aranceles.