El presidente prohibió la entrada al país a inmigrantes de siete países de mayoría musulmana
Donald Trump logró este martes una victoria política de gran calibre con la bendición por parte del Tribunal Supremo de Estados Unidos a su controvertido veto migratorio a varios países de mayoría musulmana. El alto tribunal, formado por una mayoría conservadora, ha fallado a favor de la orden ejecutiva de Trump con cinco votos a favor y cuatro en contra.
Trump aprobó el veto a siete países de mayoría musulmana con el argumento de la seguridad nacional pocos días de asumir el poder, a principios de 2017, pero los tribunales no tardaron en tumbarlo por considerarlo discriminatorio contra ciudadanos de una religión. Luego aprobó una nueva orden ejecutiva algo descafeinada pero en la misma línea, que también fue suspendida por los jueces de instancias inferiores al Supremo.
El Supremo considera que el veto migratorio no vulnera la primera enmienda de la Constitución, que impide al Gobierno favorecer a una religión frente a otra, y ratifica el poder presidencial a la hora de decidir quién entra en EE UU. Durante la campaña electoral, como candidato, el propio Trump había dado argumentos a los detractores de este veto al afirmar que había de prohibir a entrada al país de “los musulmanes” para reducir los riesgos de terrorismo islamista.
La primera orden ejecutiva, que vio la luz a finales de enero de 2017, suspendía la entrada de todos los refugiados durante 120 meses, mientras mejoraba –señalaba el texto- los controles, también vetaba a los sirios de forma indefinida y bloqueaba la entrada durante 90 días de los ciudadanos procedentes de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen. Un tribunal de Brookyn la bloqueó en pocos días y la Administración de Trump emitió a los pocos meses una nueva versión. Esta mantenía el veto durante 90 días a seos países de mayoría musulmana, pero excluía a Irak y a aquellos que ya eran poseedores d eun visado. Asímismo, limitaba el veto a los sirios a 120 días.
La segunda orden también fue parada en los tribunales, pero en junio de 2017 el Supremo le permitió la entrada en vigor parcialmente mientras deliberaba el fondo del asunto. Cuando rechazó los argumentos del Gobierno en octubre, ya había expirado su efecto. La tercera orden con veto migratorio también fue cuestionada y el Supremo permitió su puesta en funcionamiento el pasado enero. Es la que de pone problema a cinco países mayoritariamente musulmanes (Irán, Libia, Somalia, Siria y Yemen), a Corea del Norte y a algunos ciudadanos de Venezuela. Esta es la que ha el Supremo ha validado finalmente.
Fuente: https://elpais.com/internacional/2018/06/26/actualidad/1530023269_884449.html?id_externo_rsoc=TW_CM