Los sabores y los olores pueden ser tan emotivos como nuestros recuerdos. Recrear un jarabe, concentrado o polvo es un proceso que involucra todos los sentidos y más si se trata de añadirlo a una bebida o platillo. Al primer sorbo o bocado, el sabor es el preámbulo de una experiencia gustativa que cafeterías, restaurantes y bares buscan maximizar en el paladar de sus clientes, uno de los factores que define el crecimiento de la industria de los saborizantes a nivel mundial y México, no es la excepción.
Sin saberlo, a lo largo del día consumimos decenas de sus productos desde nuestro café matutino con un toque de jarabe hasta el postre de la tarde con unas gotas sabor chocolate. Con más de un siglo de historia, la empresa europea1883 Maison Routin y sus más de 2,000 sabores en archivo, quiere hacerse presente en la boca de los mexicanos para acompañar bebidas y preparaciones gastronómicas.
Tan sólo en 2014, las ventas generadas en México por dicho sector que va de la mano con la industria alimenticia fueron de 30 millones 353 mil 650 pesos, de acuerdo con el estudio “Elaboración de concentrados, polvos, jarabes y esencias de sabor para bebidas” del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Su impacto económico no para ahí, el organismo señala que en el mismo año, la industria sumó 85 mil 549 empleos.
Para Alexandre Couturier, Latin America export area manager de 1883 Maison Routin, la compañía cuya fabrica está localizada en los Alpes Franceses, ha estudiado el mercado de la región, en el cual México se destaca por la demanda de los saborizantes, en particular para coffee shops (baristas) y bares (mixólogos y bartenders), un elemento que despierta su interés para aumentar su presencia en estos sitios de consumo.
Cabe señalar que la marca cuenta con distintos productos y consistencias, además de saborizantes líquidos, como purés y salsas. Entre sus principales mercados a nivel mundial están Corea del Sur, China y Estados Unidos, además de países europeos.
