En despidos, crisis Covid aún no iguala a la de 1995, pero se le acerca rápido

La crisis económica de hace 25 años acabó con10.5% de las plazas laborales que había previo a la recesión, pero el proceso le tomó 10 meses; en mayo pasado hubo 344,526 bajas laborales y se rebasó el millón de despidos durante los tres meses que dura ya la pandemia.

En materia de empleo formal, la actual crisis desatada por el Covid-19 se acerca a desbancar a la peor crisis del país en años recientes: la de 1994-1995. De marzo a mayo pasado se destruyeron en México 1 millón 30,366 empleos formales, lo que representa 5% de los 20 millones 613,536 trabajadores registrados en el Instituto Mexicano Social (IMSS) que había al cierre de febrero, justo antes del inicio de la epidemia en México.

Para poner en perspectiva, durante la crisis de 1994-1995, se sumaron a las filas del desempleo un millón 78,124 personas a lo largo de los 10 meses en los que se llegó al fondo de la crisis (de noviembre de 1994 a septiembre de 1995), lo que representó la destrucción de 10.5% del empleo formal precrisis que había entonces, que era de 10 millones 301,252 plazas registradas en noviembre de 1994.

Lo anterior implica que la velocidad a la que se está destruyendo empleo en la actual crisis es mayor, si bien en mayo pasado se redujo el número de despidos netos al contabilizarse la pérdida de 344,526 puestos de trabajo, esto es 210,721 plazas menos que las observadas en abril, de acuerdo con el reporte divulgado por el IMSS el viernes pasado.

La pérdida de mayo es, no obstante, la peor que se haya registrado en un quinto mes del año desde que se tienen registros en el IMSS.

En cuanto a la variación interanual de puestos de trabajo registrados ante el IMSS, en mayo esta fue de -3.9%, disminución que resulta ser la mayor desde julio del 2009, cuando se observó una contracción de 4.1 por ciento. Pese a la importancia del descenso, queda todavía lejos de la caída de 9.5% que se registró en noviembre de 1995.

De los 19 millones 583,170 puestos de trabajo registrados al 31 de mayo en el IMSS, 86.7% son permanentes y 13.3% son eventuales. Este nivel de empleo es similar al observado en enero del 2018, de modo que la crisis del Covid-19 sumado al hecho de que el empleo formal creció muy lentamente durante los primeros meses del actual gobierno, han dejado un retroceso de más de dos años en empleo formal

De acuerdo con analistas de Banorte el comportamiento de mayo refuerza las señales que sugieren que la actividad mejoró, aunque manteniéndose todavía bastante débil. “Por otra parte, creemos que podríamos observar una ganancia neta en junio, especialmente al considerar que la ‘Jornada Nacional de Sana Distancia’ finalizó al cierre de mayo”.

No obstante, argumentan, dicha ganancia será muy modesta, considerando que gran parte del país continúa en el ‘semáforo rojo’ de acuerdo con el plan de reactivación, por la cual solo pueden operar las actividades esenciales.

“Un factor positivo adicional es que otras industrias fueron designadas bajo esta categoría, tales como la minería, fabricación de equipo de transporte y construcción. En nuestra opinión, esta última podría ser uno de los motores para la recuperación, ya que ha sido una de las más impactadas además de ser intensiva en mano de obra”, afirman.

En tanto, analistas de Citibanamex destacaron que “Dada la modesta recuperación del PIB que estimamos del tercer trimestre en adelante, anticipamos que tomará al menos un par de años que el empleo formal regrese a sus niveles previos a la crisis”.

En tanto, Armando Leñero, presidente del Centro de Estudio para el Empleo Formal, (CEEF) “el gobierno enfrenta las primeras consecuencias económicas de una recesión que ya era evidente, pero se agudizó por el Covid-19. Lo hace, sin una estrategia formal que promueva la preservación del empleo y la inversión privada, siendo esto último lo que realmente detona las contrataciones”.

El directivo recordó que en los primeros 18 meses de la actual administración se perdieron 874,756 empleos formales. “La combinación de esta disminución, más la recesión y el Covid- 19, da una peor previsión de recuperación en un mercado laboral con una arquitectura ya precaria”.

Para Leñero, es imperativo que imperativo que el gobierno federal reoriente el gasto público para atender problemáticas, como una merma en el número de empresas registradas ante el IMSS, el aumento de la subocupación y la tasa de Condiciones Críticas de Ocupación.

Por ello, apunta que el gobierno debería evaluar “disminuir parcialmente las cuotas de la seguridad social; opción que también permite a los patrones no despedir a sus empleados y las personas puedan continuar con su acceso al seguro social y otras prestaciones”.

Fuente: El Economista

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