Tener procesos establecidos de una forma estricta y que sólo estén enfocados en la productividad y el cumplimiento de objetivos, podría afectar de manera seria la capacidad de innovación de los colaboradores, ya que no se les permite hacer nada diferente y su perspectiva se cierra únicamente a las actividades que previamente se les asignó.
Que se cumplan los objetivos y la operación fluya sin inconvenientes, puede ser en un principio lo ideal; sin embargo, en un mercado competido que se encuentra en constante cambio, llegará un momento en el que las cosas deban cambiar y se tengan que resolver nuevos retos.
Es por eso que los líderes deben fomentar una cultura donde los equipos tengan la posibilidad de proponer cosas diferentes a las establecidas y generen la capacidad y la confianza de generar y encontrar nuevas soluciones sin temor a que se les juzgue.
“El hiperenfoque de los directivos en los resultados es una constante en las empresas. Si bien estos son muy importantes, hay que entender que detrás de ellos existe un proceso complejo, pero cuando se cierra el margen al error y no se asume como parte del aprendizaje, los colaboradores se llegan a sentir inseguros, con miedo al fracaso y pueden frenar proyectos con gran potencial disruptivo”, afirmó Eric Jiménez, gerente general de Fuckup Nights.
De igual forma, datos obtenidos del “Reporte Failure At Work”, realizado por Fuckup Nights, detalla la relación que existe entre el excesivo interés de los líderes por los resultados, de hecho, en 2023 el 20% de los colaboradores piensa que la gestión siempre se centra en los resultados, esto significó un incremento de 5.2%, con respecto a la cifra registrada en el análisis realizado en 2022.
Además, la percepción del el 48.3% de los colaboradores piensa que la gestión de su líder suele centrarse cada vez más en los resultados.
Una cultura de innovación
Es importante que los líderes puedan mantener en sus equipos una inercia de trabajo que les permita involucrarse con lo que sucede en la empresa, para que generen la confianza y el interés necesario para intervenir en los momentos en los que se tengan que buscar nuevas soluciones y a través de su innovación puedan abrirse nuevos caminos.
En este sentido el Dr. Cristian Granados es profesor, investigador y consultor en el departamento de Emprendimiento e Innovación de EGADE, propone dos estrategias que los líderes pueden implementar para tener un equipo enfocado en la innovación.
» 1. Inercia organizacional: Una empresa es un mecanismo que no está diseñado para explorar conocimiento o ideas, o sea, para innovar. Más bien, es un sistema para repetir procesos que de forma eficiente saquen provecho de productos ya creados. La inercia organizacional crea hábitos y la innovación, al ser un proceso que rompe con hábitos, se ve como una amenaza. Los procesos, departamentos o incentivos para ser eficientes limitan la capacidad de una empresa para experimentar o crear capacidades para generar innovaciones disruptivas.
» 2. Incapacidad para desaprender: Para innovar de forma disruptiva es necesario deshacerse de modelos de pensamiento establecidos o antiguas creencias, y sustituirlos por nuevos. Desaprender permite retar lo establecido y crear cosas antes impensables. Por ello, muchas de las innovaciones disruptivas provienen de empresas que no son de la industria (por ejemplo, Apple en la industria musical), pero son capaces de dar otro sentido y mirada a lo que se creía imposible.