Después de haber estado preso y sobrevivir varios ataques con armas, ahora Pedro Carrizales quiere crear políticas para dar empleos a pandilleros y mediar conflictos entre chavos banda y policías.
Antes de ser El Mijis, Pedro César Carrizales Becerra era conocido en los barrios de la ciudad de San Luis Potosí como El Bebé. La gente, y especialmente la policía local, lo identificaba como líder de pandillas y él mismo admitió que era muy peleonero. La muerte de su madre, hace 14 años, lo hizo salir de esa vida; dejó las drogas, la violencia callejera, las bandas y decidió ayudar a los jóvenes que viven contextos similares al suyo.
El pasado 1 de julio ganó la diputación local por el Distrito VIII de San Luis Potosí con la coalición Juntos Haremos Historia (PT, Morena y PES) con 24 mil 274 votos. Algunas personas lo señalaron por su pasado delictivo; sin embargo, desde 2002 Pedro ha creado proyectos para reinsertar a jóvenes pandilleros en la vida económica y cultural de varias ciudades del país a través de la asociación civil Un Grito de Existencia.
Su trabajo ha sido reconocido por organizaciones internacionales como Cummins Inc. y retratado por el fotógrafo francés Jean Félix Fayolle. Pedro también ofrece pláticas en las escuelas contra el consumo de drogas o la deserción escolar y ha creado varios proyectos sociales que buscan mediar los conflictos entre las 240 pandillas de la región.
Se ha documentado que las pandillas en México son el brazo armado del narcotráfico y El Mijis, de 39 años, reconoció que los jóvenes mexicanos caen en estos grupos por falta de oportunidades y orientación. Y reveló que muchos de los delitos por los que ha sido señalado fueron cometidos por otros pandilleros, pero que la policía «le aventaba» todos a él por ser el más conocido.
Dijo que fue hace «como ocho o nueve años» que un grupo de policías entró a su casa y se lo llevó acusándolo de intento de homicidio por disparar a cuatro personas, pero que nunca le comprobaron nada ni cumplió una sentencia por eso. También quisieron imputarlo por daños a propiedad privada porque presenció el momento en que sus amigos quemaron una camioneta pero negó haber participado.
“Yo no voy a decir que vengo de la cuna de Moisés, ¿verdad? pero sí muchas cosas fueron falsas. Le pido a la sociedad que cheque mi trabajo. Ya tengo premios internacionales por mi trabajo con Un Grito de Existencia, que vean que nosotros sí luchamos por la gente”, sostuvo en entrevista a Buzzfeed News México.
Su apodo se debe a que Pedro, desde 2013, llegaba al barrio saludando a sus conocidos con un «¿qué pasó, mijo?» pero afirmó que a la gente de repente no le agradaba.
«Me respondían ‘pues, ¿cuándo me tuviste?’ y yo para cambiar eso les decía mijis y toda la gente empezó a decir ‘ahí viene el Mijis’.
El PT no fue el único partido que le ofreció la candidatura, Pedro reveló que el PRI y el PAN también se le acercaron pues se trata de un personaje conocido en las zonas populares de la ciudad.
En los últimos años, El Mijis se ha mantenido de su trabajo como constructor de casas y ahora que ganó la elección no irá al Congreso a “sentarse detrás de un escritorio”. Entre sus planes políticos se encuentra la creación de la Policía de Barrio, para mediar conflictos entre pandillas rivales y él siendo quien conecte a los líderes de estos grupos con las autoridades, también quiere que los policías tengan un mejor salario, pero sobretodo busca que la sociedad reconozca la existencia de los chavos banda y les dé una segunda oportunidad.
“Mi más grande sueño es tener la Casa del Chavo Banda en cada estado, que un chavo banda se pueda sentar en un restaurante sin ser discriminado. Con la situación de violencia que se vive en México, el chavo banda es el más afectado, porque los operativos se dirigen hacia ellos. Es un sector olvidado, como que (al gobierno) le sirve la violencia para bajar más recursos, se nos utiliza”, expresó.
Padre de tres hijos, Pedro ha leído las críticas de clase que una parte de la sociedad le ha hecho tras su victoria y responde que cualquier persona merece una segunda oportunidad.
“Mi única forma (de cambio) fue agarrar mi bicicleta y decirle al mundo que un chavo banda también tiene la voluntad de salir adelante y hacer un cambio. Yo tengo diabetes y he visto la muerte muchas veces, me picaron por andar de pandillero, me trozaron el hígado, me perforaron el pulmón, he estado preso por seguir mis ideales y movido fibras de la policía, he recibido golpes, amenazas de muerte y ahora que contendí para la diputación me llovió más, pero no me he rajado”.
El Mijis reveló que se inclinó por la izquierda porque fue la corriente que le garantizó autonomía en su plan de ayudar a los pandilleros, pues está seguro de que al sacar a los chavos banda de la calle, al final, la sociedad será la más beneficiada y habrá tranquilidad.