La Autoridad de la Competencia francesa impuso una multa de 500 millones de euros a Google, por no haber negociado de «buena fe» la aplicación de los llamados derechos afines, la retribución a los editores de prensa por el uso de sus contenidos.
La Autoridad de la Competencia francesa impuso este martes una multa de 500 millones de euros (unos 592 millones de dólares) a Google, por no haber negociado de «buena fe» la aplicación de los llamados derechos afines, la retribución a los editores de prensa por el uso de sus contenidos.
«Es la multa más alta» impuesta por este organismo francés por no respetar una de sus decisiones, indicó la presidenta de la Autoridad de la Competencia, Isabelle De Silva.
El gendarme de la competencia también ordenó a Google que «presente una oferta de remuneración para la utilización actual de sus contenidos protegidos» a los editores y agencias de prensa, ya que en caso contrario «podrá ser objeto de multas de hasta 900,000 euros (unos 1.06 millones de dólares) por día de retraso».
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«Estamos muy decepcionados por esta decisión porque actuamos de buena fe durante todas las negociaciones. Esta multa no refleja los esfuerzos que se han realizado ni la realidad del uso de los contenidos de actualidad en nuestra plataforma», reaccionó un portavoz de Google, en un mensaje enviado a la AFP.
Esta decisión se centra en las negociaciones que tuvieron lugar entre mayo y septiembre de 2020. Desde entonces, hemos seguido trabajando con los editores de prensa para lograr un entendimiento», según Google.
El conflicto entre Google y los editores de prensa franceses radica en los derechos que la compañía estadounidense debe pagar por los contenidos (fragmentos de artículos, fotos, vídeos, infografía) que aparecen en las páginas de resultados cuando el internauta realiza una búsqueda.
Al principio Google era reacio a estos «derechos relacionados con los derechos de autor» e intentó obligar a los editores a cederle el derecho a utilizar gratuitamente sus contenidos.
El motor de búsqueda estimaba que los editores ya cobraban lo suficiente por el tráfico que generaba hacia sus páginas web.
Ante el rechazo de Google a negociar una remuneración, los editores de prensa y las agencias de noticias, como la Agencia France-Presse (AFP), recurrieron a la Autoridad de la Competencia a finales de 2019 por «abuso de posición dominante».
En abril de 2020, la Autoridad impuso «medidas de urgencia» a Google, o sea la obligación de negociar «de buena fe» una retribución a los editores de prensa.
En septiembre del año pasado, los editores de prensa y la AFP recurrieron a la autoridad de competencia de nuevo por considerar que Google no estaba respetando sus obligaciones.
Fuente: El Economista