Las automotrices han implementado medidas de seguridad para proteger a los trabajadores, incluyendo el uso de monitores de temperatura para quienes ingresan a las plantas, equipos de protección personal.
La industria automotriz de Estados Unidos retomó sus actividades, con algunas plantas de ensamblaje de vehículos reabriendo tras las medidas de confinamiento por el coronavirus, mientras que los proveedores se preparaban para apoyar a un sector que emplea a casi 1 millón de personas.
Cientos de trabajadores de la planta de camiones de Fiat Chrysler Automobile (FCA) en Warren, Michigan, comenzaron a hacer fila desde una hora antes del inicio de su turno. Carteles en las puertas de la fábrica decían «Volvemos a la actividad».
«Estoy un poco nervioso», dijo Larry Smith, de 53 años y que trabaja en la alineación de las ruedas lejos de la línea de ensamblaje. «Tomaron todas las precauciones (y) hicieron todo lo posible para prepararnos (…) Confío en Dios».
FCA reabrió el lunes cuatro plantas de ensamblaje en Estados Unidos, en un solo turno, así como cuatro plantas de autopartes.
La reapertura de las plantas automotrices será una prueba muy vigilada para saber si los trabajadores pueden regresar a las fábricas en grandes cantidades sin un resurgimiento de las infecciones.
Las automotrices han implementado medidas de seguridad para proteger a los trabajadores, incluyendo el uso de monitores de temperatura para quienes ingresan a las plantas, equipos de protección personal como máscaras faciales y escudos, y marcas en los pisos que enfatizan el distanciamiento social.
Theresa Segura, de 61 años, llegó a trabajar a la planta de Warren pero fue enviada a casa inmediatamente tras señalar en un cuestionario de FCA que había estado expuesta a un miembro de la familia que acababa de dar positivo por el virus.
Segura, quien ha trabajado en la planta de camiones desde 1993, dijo que pensaba que en cualquier caso es demasiado pronto para reabrir «porque todavía hay personas enfermas».
General Motors, Ford Motor y FCA se han estado preparando durante semanas para reabrir sus fábricas, en un esfuerzo por reiniciar el trabajo en una industria que representa aproximadamente el 6% de la economía de Estados Unidos.
Para los fabricantes de automóviles y sus proveedores, muchos de los cuales comenzaron a reabrir sus plantas la semana pasada, el reinicio es crítico para terminar con la fuga de efectivo causada por el cierre impuesto por dos meses por el virus.
GM está reabriendo varias plantas en un turno, incluyendo una instalación en la que 1,600 trabajadores construyen camionetas en Flint, Michigan, y otra en la que la misma cantidad de obreros ensamblan camionetas en Fort Wayne, Indiana.
Fuente: El Economista