José Humbertus Pérez Espinoza: La ruta del dinero

José Humbertus Pérez Espinoza ha recibido financiamiento de Norte a Sur de México, incluso más allá de las fronteras nacionales.

Para el “activista” José Humbertus, es de vital importancia que los montos que recibe por las “cuotas” cobradas en sus organizaciones nunca salga a la luz pública.

José Humbertus Pérez Espinoza , autoproclamado “activista” y “defensor” de los Derechos Humanos, ha saltado a la palestra pública por defender a delincuentes de alto impacto. Uno de los temas más espinosos de este personaje es el financiamiento de sus actividades; ya que, por todos los medios ha buscado ocultar el flujo del dinero.

Aunque el tema se maneja con mucha cautela por parte de Pérez Espinoza; le ha sido inevitable dejar un rastro a través de la configuración de sus organizaciones, lo que permite trazar el flujo de capital hacia su persona.

Si bien no se conoce el monto total de dinero que por más de una década ha manejado, los cálculos más moderados arrojan cifras multimillonarias. Incluso las cuantificaciones que se consideran reportan números que rebasan los 120 millones de pesos.

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La suma de estos recursos le ha permitido recorrer la República de sur a norte para expandir sus organizaciones; y de la mano, su operación financiera.

La ruta de financiamiento no sólo se despliega por más de una docena de estados, sino que también lo hace más allá de las fronteras nacionales, principalmente en Honduras y EE. UU. Estos rastros de movimientos bancarios y recepción de “cuotas” también se ha movido a través del tiempo y de dos organizaciones base: Frente Mexiquense en Defensa para una Vivienda Digna A.C. (FMDPVD) y Presunción de Inocencia y Derechos Humanos (PIDH).

Aunque el activista presume que el FMDPVD está registrado como Asociación Civil, no hay rastros en los directorios públicos de OSC’s. Los datos disponibles en el sitio del Frente Mexiquense señalan que la misma se registró en 2008 como una Sociedad Anónima de Capital Variable. Esto permite suponer que el Frente opera realmente como una empresa que le permite triangular recursos.

En el caso de Presunción de Inocencia, no cuenta con ningún tipo de registro. Esta situación hace dudar no sólo del financiamiento del “activista”, la cantidad de dinero que ingresa y el gasto que realiza, sino de la legalidad de dichos movimientos.

¿Cómo había fluido el financiamiento de José Humbertus?

A partir de 2008, Humbertus comenzó a recibir dinero por concepto de “cuotas” por parte de los integrantes del FMDPVD. Su mayor época de bonanza llegaría en 2010, cuando sumaba miles de integrantes de los municipios de Tecámac, Ecatepec y Cuautitlán Izcalli.

En 2011 su expansión financiera se consolidó en diferentes estados, uno de los más importantes fue su natal Veracruz, particularmente en el municipio de Córdoba. Desde esta entidad comenzó a recibir nuevos ingresos que terminaron de impulsar su crecimiento.

Humbertus, ya con un financiamiento sólido, proveniente de los distintos municipios del Estado de México y Veracruz, continuó ampliando sus ingresos. En el mismo año de 2011 comenzaron a llegar los giros provenientes desde Cancún y Playa del Carmen, en Quintana Roo.

Para 2013, el financiamiento de José Humbertus comenzó a fluir desde el norte del país. Nuevo León fue la entidad desde donde se registraron nuevos ingresos en las cuentas del FMDPVD controladas por Pérez Espinoza. Monterrey fue la ciudad elegida por Pérez Espinoza para concretar sus acciones.

Ya en 2014 el financiamiento llegó a Humbertus desde Chihuahua, entidad donde registró actividad en Ciudad Juárez y Chihuahua capital. En este punto, Pérez Espinoza se asume intocable y sus necesidades financieras se desbordan. La bonanza financiera conoce su mejor momento, pero la prisión sería su siguiente destino.

Cómo se financia actualmente Humbertus Pérez Espinoza.

En 2015 Humbertus es ingresado a prisión, ahí funda PIDH. Una vez preso, entró en crisis económica, ya que se encontraba bajo la fuerte presión de haber perdido prácticamente todo su financiamiento. Los integrantes del FMDPVD huyen en desbandada de la organización, algunos incluso pierden sus viviendas y otros buscaron renegociar sus deudas. El pago de “cuotas” cae por los suelos, lo que hizo urgente un proceso de recapitalización.

En 2020 Humbertus volvió a las calles, buscando de inmediato reconfigurar sus esfuerzos financieros. Es a partir de este momento que el Estado de México se vuelve su centro de operaciones. Desde aquí gestiona y administra el dinero que recibe proveniente del norte y que expande hacia la zona centro y sur de la nación. Es también en este punto donde se ha logrado conocer que circulan giros económicos desde Centroamérica, especialmente de Honduras y El Salvador. Su defensa por los falsos culpables, le ha permitido encontrar en los migrantes presos una importante veta para impulsar su financiamiento.

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En 2020 Humbertus volvió recargado a hacer de las suyas, presionando a sus dirigidos a firmar los “Acuerdos del 29 de febrero”. En una sesión a puerta cerrada, donde prohibió el uso de celulares para evitar cualquier testimonio de lo acordado, reactivó el pago de “cuotas” por parte de sus agremiados.

Tras la firma de los “Acuerdos del 29 de febrero”, Humbertus comienza nuevamente su ciclo de expansión. En esta ocasión el financiamiento fluye desde Jalisco, especialmente de los municipios de la zona metropolitana de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tlajomulco de Zúñiga. 

A lo largo de 2020 y lo que va de 2021, Chihuahua se ha consolidado como la entidad que mayores ingresos registró. Desde esta entidad ha fluido el capital para operar en estados como Sinaloa, Tamaulipas, Durango, Guanajuato y para mantener activo al Estado de México como el centro de operaciones.

José Humbertus Pérez Espinoza: La ruta del dinero

Financiamiento que cruza fronteras: un abuso a las esperanzas de los migrantes

Actualmente la Ley de Amnistía es el vehículo a través del cual el negocio de Humbertus por liberar presos se materializa con mayor fuerza. Aunque esta Ley se restringe al Estado de México, Humbertus tiene planeado expandir a las entidades que va incorporando.

En 2021 han surgido nuevos movimientos financieros para nutrir la cartera de José Humbertus. La Región norte del país es la escogida por Pérez Espinoza para recapitalizar sus intereses y expandir su alcance en la zona del bajío y conectar nuevamente con el sur. Entidades como Tamaulipas, Durango y Sinaloa han sumado recursos para activar su presencia en Guanajuato y Jalisco. A estos estados se suma al sur Chiapas, entidad que han servido como puente para el dinero que comienza a tomar de las familias de migrantes presos.

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En Chiapas trabaja con la organización PIDH, la que a la fecha le da mayores réditos económicos. Esta organización opera bajo el concepto de aportaciones y Humbertus planea expandir a nivel nacional, pues se ha constituido como su principal y mayor fuente de ingresos.

Cuando José Humbertus estuvo recluido en al menos dos penales, tuvo la oportunidad de conocer a un sinfín de personas que querían recuperar su libertad. Entre todos los casos que llamaron su atención se encuentran los de los migrantes hondureños y salvadoreños que por distintos motivos han terminado en prisiones mexiquenses.

Se sabe que, en las actuales listas presentadas por Pérez Espinoza, se incorporan a ciudadanos de Honduras y El Salvador, cuyos familiares están financiando a Humbertus con la esperanza de que pueda devolverles a sus allegados. Tristemente, el “activista” da falsas esperanzas a cambio del dinero que las familias puedan entregarles. Hasta el día de hoy no ha logrado la liberación de ninguno de ellos.

El mecanismo

El elemento central de la operación financiera que permite la supervivencia de Humbertus Pérez y la expansión de sus movimientos, está en las propias organizaciones. Resulta muy probable que una gran parte de los ingresos por “cuotas” sean en efectivo, con lo cual exenta cualquier tipo de registro y evade la fiscalización en el uso de estos recursos.

En el caso del Frente Mexiquense, los ingresos son registrados como “cuotas” de los agremiados. Sin embargo, la única auditoría practicada por la asociación y disponible en su sitio, muestra que existen diversas irregularidades en el manejo de los recursos: la falta de registro de las aportaciones, la falta de depósito de los recursos en cuentas bancarias y la falta de comprobación de gastos.

Al ver que las auditorías podrían develar su operación financiera, José Humbertus decidió hacer opaco el manejo de recursos desde 2011.

En el caso de Presunción de Inocencia, la falta de registro propicia que los ingresos se concentren en la cuenta personal de José Humbertus, los cuales probablemente se registran como honorarios por los “servicios” a los familiares de presos. Al igual que con el Frente; el objetivo final es evadir la transparencia de recursos y solventar sus gastos personales y la expansión de sus organizaciones.

Por ello, José Humbertus Pérez planea la expansión de PIDH a todas las entidades; teniendo como cobijo la agenda de presunción de inocencia y su inclusión en diferentes constituciones locales. Su objetivo, ampliar su red de contribuciones y operación territorial.

No existen las casualidades en la operación financiera de Humbertus

De ninguna forma se puede pensar que es una casualidad que los estados con mayores conflictos sociales y en temas de seguridad, como Jalisco, Chihuahua, Tamaulipas, Sinaloa, Chiapas y Guanajuato sean los elegidos por Humbertus para desempeñar sus actividades. De igual forma, ha logrado extender su financiamiento a países que atraviesan por fuertes crisis sociales, como Honduras y El Salvador, naciones donde las llamadas “Maras” han roto la seguridad.

Además, resalta que en la mayoría de estos estados se encuentran autoridades opositoras a la 4T, mientras que Pérez se ha mostrado como uno de los “activistas” más beneficiados por esta administración.

Por ejemplo, en las pasadas elecciones de 6 de junio puso de manifiesto su parcialidad en la justa electoral, la cual inclinó a favor de Morena en Tecámac. Esto se refuerza con las propias declaraciones del autodenominado “activista”, donde apunta que el asunto de la liberación de presos por delitos de alto impacto es un tema político.

Así, se puede apreciar una clara red de manejo de dinero e intereses políticos que se despliegan por gran parte del territorio nacional y algunos países de Centroamérica. Estos intereses, de fondo político y de pretensión económica, que abandera José Humbertus (que fuera de toda realidad se ve a sí mismo a la par de otros luchadores sociales como Mandela), provocan que se desestime todo su discurso y credibilidad.

Fuente: Redacción, con información de Reforma.

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