La CDMX entró a la puja mundial por capitalizar el modelo de vive y trabaja desde cualquier lugar de los llamados nómadas digitales.
Como en otras tantas urbes del mundo, en la Ciudad de México la aplicación Airbnb también encuentra un sector crítico de la sociedad, principalmente porque el crecimiento de unidades de hospedaje de corta estancia ha impactado en el desplazamiento de residentes originarios y en el incremento del costo de la vida en los barrios.
Ahora, la Ciudad de México ha signado una alianza con la compañía, y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), para atraer a los nómadas digitales y su dinero.
La Ciudad de México quiere aprovechar la tendencia del vive y trabaja desde cualquier lugar, un modelo potenciado con la pandemia de Covid-19, para atraer derrama económica a la capital. Además, como parte de esta alianza con Airbnb y Unesco, quiere descentralizar las unidades donde se hospedan estos nómadas digitales, que son típicas el circuito Roma-Condesa y algunas colonias de las alcaldías Benito Juárez y Miguel Hidalgo.
Al ser Airbnb una compañía cuya actividad no ha estado exenta de polémica en distintas ciudades, en México también se recibió con críticas el plan de atraer a nómadas digitales, principalmente porque el desplazamiento de residentes generaría el encarecimiento de la vida en esos barrios y por la ausencia de pagos de impuestos de estos trabajadores remotos.
En otros países ya se trabaja en un modelo de regulación de esta actividad para que los nómadas digitales paguen impuestos por el uso de la infraestructura de un país desde el que trabajan físicamente, pero que no es sede de la compañía a la que le reportan.
Durante la conferencia de este miércoles no se habló de establecer el requerimiento de visas especiales y el pago de impuestos para nómadas digitales, como ya lo han hecho otros países.
En el mundo son más de 25 países los que han implementado visas exclusivas para nómadas digitales que les permiten trabajar de manera legal y con más flexibilidad en las ciudades donde se instalan parcialmente. En marzo de 2021 Emiratos Árabes Unidos (EAU) anunció un permiso de residencia de un año para nómadas digitales.
No obstante, la CDMX ya le puso número a la derrama económica que podría atraer con estos nómadas digitales. Según cifras presentadas en una conferencia de prensa de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, hay 30 millones de nómadas digitales en el mundo, de los cuales 15.5 millones están en Estados Unidos.
“De estos, el 10% (1.55 millones) están dispuestos a cambiar su país de teletrabajo. Con un 5% del mercado estadounidense disponible (77,500 personas), con un gasto promedio de 1,510 dólares mensuales, estaríamos generando en Ciudad de México 1,400 millones de dólares al año. Si son parejas o familias 3,720 millones”, dijo.
La secretaria de Turismo de la Ciudad de México, Nathalie Desplas, aseguró que la capital cumple con todo para atraer a esos, por lo menos, 77,500 trabajadores digitales de Estados Unidos.
“Los nómadas digitales no es que viajen trabajando, sino que ellos escogen cuándo y dónde trabajar […] La Ciudad de México cumple con todos los requisitos de este nuevo turista: seguridad ciudadana, seguridad sanitaria, conectividad terrestre y área; conectividad digital; coworking y coliving. La mayoría son jóvenes y les gusta trabajar de esa manera en equipo, y quieren hoteles donde haya espacios para poder trabajar”, detalló.
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El director de Airbnb México, Ángel Alterra, dijo que la compañía tiene una campaña global de grandes urbes receptoras de teletrabajadores, y la Ciudad de México es parte de ese grupo, “compitiendo con ciudades como Dubai, como Lisboa, que también están muy interesadas en atraer esta nueva categoría de viajeros”.
“Además, esta campaña, es la única que a nivel mundial que incluye un componente de inclusión comunitaria para fortalecer a micros y pequeños emprendedores del turismo creativo y cultural y en especial de corredores y zonas turísticas no tradicionales y a su vez, conectarlos con la comunidad de nómadas digitales, viajeros y anfitriones Airbnb [para que] este turismo llegue a nuevos destinos y distribuir la derrama económica en más manos”, añadió.
Actualmente la mayor concentración de huéspedes de Airbnb ocurre en la zona central de la Ciudad, en colonias como Roma Norte y Sur, Condesa, Hipódromo, Escandón, Centro, Narvarte, Del Valle, entre otras, y por consecuencia la derrama económica suele quedarse en ese punto. Aparejado a esto, vecinos de estas colonias han expresado que la vida de barrio se ha encarecido y que muchos incluso han sido desplazados o porque los dueños de las viviendas deciden dejar de rentar para introducirse como anfitriones de Airbnb o porque ya no pueden sortear el costo del alquiler.
El representante de la Unesco en México, Frédéric Vacheron, consideró que “si bien el turismo es una de las mayores fuentes de empleos a nivel mundial, es también una actividad económica que requiere mayor grado de planeación y de gobernanza. El modelo tradicional de turismo masivo es insostenible, esos modelos, desgraciadamente, son muchos en el mundo y han hecho mucho daño a las comunidades y las culturas”.
“Hoy más que nunca, se requieren alianzas como la que hoy anunciamos, la cual promueve el compromiso de garantizar que las comunidades, los grupos y los individuos, sean los primeros beneficiarios de cualquier turismo el relacionado con su diversidad y su patrimonio cultural; alentando, al mismo, tiempo su papel y liderazgo en la gestión de este turismo”, añadió.
Sheinbaum Pardo comentó: “estamos convencidos, por supuesto que los hoteles también los promovemos, las plataformas digitales también son una forma de turismo distinta y ahora se abre esto con Airbnb a quien agradecemos y también a Unesco, de este turismo que genera mucha mayor derrama económica y genera también un proceso cultural que al mismo tiempo genera apoyo económico para las personas”.
Fuentes: Forbes