México se podría posicionar como líder en materia de trenes de pasajeros

Los trenes de pasajeros viven un segundo aire en América Latina. Ejemplo de ello es México, donde hay diversos proyectos para reavivar esta industria.

Aunque en la región no es desconocido el uso de trenes para el traslado de la población, solo siete países incentivan esta industria, especialmente en viajes entre ciudades, mejor conocidos como suburbanos: Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, México, Uruguay y Venezuela.»México tiene el potencial de convertirse en un líder de transporte ferroviario en América Latina.

Hoy en día estamos rezagados en el país en comparación con otras naciones de la región, pero los proyectos como el Tren Maya o la extensión del Interurbano, que llegará al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, son muestra de la revitalización de [esta industria]», considera el experto certificado por el Colegio de Ingenieros Civiles de México, en entrevista para Sputnik.

De acuerdo con el estudio «Ferrocarriles suburbanos de pasajeros en América Latina», elaborado por el ingeniero civil Jorge Kohon para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la actualidad solo las ciudades de São Paulo y Río de Janeiro, en Brasil, y Buenos Aires, en Argentina, cuentan con redes ferroviarias bien establecidas, con múltiples líneas que se dirigen a diversas zonas de la región.»En las restantes, se trata de sistemas que tienen hasta dos líneas con menos de 100 kilómetros de extensión total.

Aun así, en alguno de estos casos poseen relevancia en el movimiento de los pasajeros de sus respectivas áreas de influencia directa: son los casos de Belo Horizonte en Brasil y Ciudad de México. En un nivel menor, los de Santiago y Valparaíso, ambos en Chile», se lee en el documento.En el caso de México, especialmente durante el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, se han planteado o retomado proyectos, como los trenes Maya, Interurbano México-Toluca, México-Querétaro, el ferrocarril suburbano Ramal Lechería-Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el que circulará en el Corredor Interoceánico para conectar estratégicamente los puertos de Coatzacoalcos, con salida al océano Atlántico, y Salina Cruz, con salida al Pacífico. Gran parte de ellos iniciarán pruebas en la recta final de este año y al iniciar 2024.¿Por qué desaparecieron los trenes de pasajeros?Si bien los trenes de pasajeros eran muy populares a nivel mundial, su auge ocurrió especialmente entre 1850 y 1930, según el texto Historia mínima de la expansión ferroviaria en América Latina, publicado por el Colegio de México.

Sin embargo, aunque naciones como México, Perú, Argentina, Uruguay e incluso la República Dominicana tenían grandes proyectos al respecto, comenzaron a tener problemas para sostener este medio de transporte desde mediados del siglo XX.El doctor Jaime de Jesús Paredes Camacho, experto en temas ferroviarios, señala en entrevista para Sputnik que fue un fenómeno multifactorial, donde la falta de rentabilidad jugó un papel esencial para que el tren dejara de ser el principal transporte o, en el peor de los casos, su desaparición paulatina.

Al respecto, Barrera Vázquez agrega que en naciones como México se apostó más por las carreteras, por lo que los trenes quedaron en un segundo plano. Posteriormente, en algunos países se privatizó el servicio, como ocurrió con la industria ferroviaria mexicana en 1995, cuando el priista Ernesto Zedillo gobernaba el país latinoamericano.

¿Por qué ahora se apuesta por ellos?}

Paredes Camacho considera que es esencial apostar por los trenes de pasajeros por diversas causas, como un menor uso de autos y camiones y la reducción en tiempo de traslado de un punto a otro.»Sabemos de gente que tiene que trasladarse para llegar a sus trabajos dos o tres horas y eso solo de ida.

Esto genera un problema no solamente psicológico, sino social, cultural y de contaminación ambiental. Por esto, las vías ferroviarias nos ofrecen una gran opción para poder desplazar a la población (…). No se trata solo de ver la parte del medioambiente, sino de la ecología social, donde se incluya a todas las personas», apunta.

Mientras que la maestra en ingeniería por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Maribel Trujillo Valladolid dice que el destinar recursos a este medio de transporte trae beneficios a nivel cultural, económico y social para los países, principalmente en América Latina.

Los tres expertos consultados por Sputnik coinciden en que una de las grandes ventajas es la seguridad de las vías férreas y los trenes, donde además la población puede realizar otras tareas mientras viaja de un punto a otro.Sin embargo, en esta planeación también se deben tomar en cuenta los factores en contra, como las afectaciones medioambientales.

«Hablando del Tren Maya, se puede comprometer la flora y la fauna de la región. Las obras tienen un impacto ambiental dentro del proceso de construcción», ahonda la profesora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, plantel metropolitano de la UNAM.

Otro aspecto a considerar es la relevancia económica que tienen los trenes de carga en países como México.

Los especialistas señalan que se deben realizar planes para que no se afecte esa industria pero, a la par, se pueda potencializar el traslado de pasajeros.Además, «aún falta legislación y reglamentación» para que sea totalmente exitoso, señala Paredes Camacho.

Trenes de pasajeros en los próximos añosDurante años, ha estado presente una incógnita sobre los trenes de pasajeros: ¿por qué si era tan popular este medio de transporte nunca se constituyó una red que corriera por toda Latinoamérica?

De acuerdo con la BBC, entre las razones que dificultan esta utopía de conectividad férrea en el continente están los costos, las distancias y que la población ha preferido (en los países con tales opciones) viajar en auto o en avión.

Pero esto puede revertirse mediante estrategias adecuadas, precisa Barrera Vázquez.»Es posible que se puedan desarrollar líneas férreas, pero se requeriría una coordinación muy precisa entre los países para aspectos desde la inversión conjunta para las líneas hasta el dinero destinado a infraestructura. Además, se deberían abordar cuestiones de regulación, financiamiento y alianzas internacionales», indica.Al ser cuestionados sobre si los trenes de pasajeros en América Latina y México tomarán mayor fuerza en el futuro, los especialistas concuerdan en dos aspectos para que se fortalezca esa posibilidad: la inversión extranjera y no dejar de apostar por este medio de traslado.

«Países como Rusia y las grandes potencias pueden invertir, ya que cada proyecto de esta índole siempre es de gran envergadura y los inversionistas extranjeros concursan para participar», lo que abre la puerta para, posteriormente, forjar nuevos proyectos, dice Trujillo Valladolid.

«Me parece que el futuro del transporte dependerá de factores como la inversión sostenida en infraestructura. No es como que le inviertes y te olvidas de él por su propia naturaleza. Además, necesitaríamos adaptarnos a los cambios de la sociedad (…).

Quiero dejar en claro: se requiere un enfoque continuo, modernización, calidad de servicio y competitividad para que pueda el transporte ferroviario [de pasajeros] se mantenga vigente. De lo contrario, como pasó en México, podría quedar en el olvido», concluyó el perito ferroviario.

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