Jue, Mar 28, 2024

Los titulares de Exteriores de ambos países se reúnen en la Ciudad de México en la víspera del encuentro bilateral entre mexicanos y estadounidenses

El nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) seguirá siendo trilateral o no será. Los cancilleres de México y Canadá, Luis Videgaray y Chrystia Freeland respectivamente, y el secretario (ministro) de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, han respondido este miércoles con contundencia al intento de Donald Trump de bilateralizar la negociación del mayor acuerdo comercial del planeta: «La esencia es y seguirá siendo trilateral». Ante la buena sintonía con el próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la semana pasada el mandatario estadounidense insistió en su voluntad de transitar hacia dos negociaciones paralelas: una con México y otra con Canadá, empezando por el país latinoamericano.

«México y Canadá han trabajado durante 11 meses y hemos sido muy específicos en el sentido de que tenemos una relación trilateral», ha subrayado Guajardo. «El hecho de que vayamos [mañana] a Washington para una reunión bilateral no debe confundir: esto únicamente es un método. Estamos trabajando juntos». En la misma línea, Freeland y Videgaray han remarcado que ambos países creen en el TLC «como un acuerdo trilateral» y han normalizado el hecho de que la delegación mexicana viaje este jueves para reunirse con sus homólogos estadounidenses. «Es normal tener juntas bilaterales durante el proceso: esta mañana hemos tenido una junta bilateral, como hace unas semanas la tuvimos nosotros con el embajador [estadounidense Robert] Lighthizer», ha acotado la titular canadiense de Exteriores.

La comparecencia conjunta, este miércoles, de los tres representantes mexicanos y canadienses –tras una reunión en la que han tratado de allanar el terreno para el acelerón negociador que se espera para el tramo final del año– deja a las claras que ni Justin Trudeau ni Enrique Peña Nieto quieren excluir a ningún socio del tratado. La incógnita ahora es si López Obrador, con quien también se ve las caras Freeland este miércoles, estará o no dispuesto a abrir la puerta al camino bilateral si el trato es mejor para los intereses mexicanos, más aún después de que Trump le apremiase esta misma semana a acelerar el paso en una negociación que se extiende mucho más de lo que ninguno de los tres países desearía. De momento lo único seguro es que Jesús Seade, futuro jefe negociador mexicano una vez que el nuevo presidente tome posesión, a finales de año, acompañará a la delegación que mañana se desplazará a Washington.

Tras casi un año de negociación formal –las conversaciones informales empezaron, en realidad, mucho antes–, México y Canadá se han unido ante la adversidad que supuso la llegada de un ferviente defensor del proteccionismo y del mercantilismo a la Casa Blanca. Ha sido su particular mecanismo de protección frente a la tormenta. «Nuestra relación es cercana, entrañable y extraordinariamente positiva», ha destacado este miércoles Videgaray. «Y en los últimos 18 meses [desde que Trump tomó posesión] el contexto nos ha acercado todavía más. Compartimos principios y objetivos comunes: hacemos equipo y actuamos como un equipo».

Según los cálculos del Gobierno mexicano, en las dos terceras partes de los puntos sujetos a negociación ya hay acuerdo. Pero queda mucho más de un tercio: un proceso como este, advierten todos los expertos en comercio internacional, no es lineal y los temas que quedan abiertos son los más complejos. A saber: reglas de origen en el sector automotriz, resolución de controversias y la polémica propuesta de Washington de fijar una cláusula de terminación automática del tratado cada cinco años si las tres partes no acuerdan lo contrario. Sobre este último punto las posiciones de México y Canadá siguen siendo igual de opuestas que el primer día: «Va en contra del propósito general del TLC y de su renegociación», ha resumido Freeland.

Trudeau apuesta por la diversificación

Canadá ha estrenado en México su nuevo Ministerio de Diversificación del Comercio, tras una reestructuración del Gabinete de Justin Trudeau, específicamente centrada en reducir la dependencia de Estados Unidos, quien recibe el 75% del comercio canadiense. Los funcionarios de esta nueva dependencia estuvieron en Jalisco para conducir las negociaciones de este lunes y martes que pretenden convertir al país norteamericano en Estado asociado de la Alianza del Pacífico, junto a Chile, Colombia, México y Perú.

Uno de los objetivos primordiales de esta nueva cartera, encabezada por Jim Carr, es la renegociación del Tratado de Libre Comercio, un acuerdo que los canadienses han insistido en que debe ser trilateral ante las presiones de la Administración Trump para negociarlo por separado con los mexicanos. Carr también deberá sacar adelante la ratificación del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TTP, por sus siglas en inglés).

Los funcionarios se centran en la Alianza del Pacífico en el corto plazo, pues podría alcanzarse la meta para finales de año. “El liderazgo de los cuatro países [Chile, Colombia, México y Perú] ha sido muy incluyente, han mantenido una mente abierta. La conclusión es que es el momento y que se formará algún tipo de cuerpo con un soporte consistente para un acuerdo”, dijo en Jalisco Pamela Goldsmith-Jones, secretaria parlamentaria para el ministro Carr. La funcionaria ha estado representando al Gobierno de Trudeau en las negociaciones para ampliar la Alianza, que tendrán nuevas rondas en septiembre y noviembre a pesar de que Nueva Zelanda, otro país que busca asociarse, ha pedido una reunión más en octubre.

La secretaria asegura que aunque las negociaciones van bien encaminadas, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Chile insisten en reforzar los capítulos dedicados a trabajo, que incluye el debate por los salarios y medioambiental. “Estamos insistiendo mucho en ello porque es lo correcto para los trabajadores y los negocios. Reconocemos que estamos en partes diferentes del espectro en estos temas, pero Canadá quiere liderar en ese aspecto e invitar a los otros países a unirse a nuestra posición”.

El Ministerio de Diversificación del Comercio trata de exportar las políticas progresistas e incluyentes que han hecho famoso al Gobierno de Trudeau. En acuerdos comerciales firmados con Chile e Israel, los canadienses han impuesto capítulos sobre género que garantizan a las mujeres mejores condiciones de desarrollo personal en los negocios.

Fuente: https://elpais.com/internacional/2018/07/25/mexico/1532537757_601899.html

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