«Al igual que el resto del mundo, estamos horrorizados, indignados y tristes por las imágenes y la información que nos llegan de la guerra en Ucrania y condenamos esta invasión injustificada, no provocada e ilegal de Rusia», declaró Brad Smith, presidente de Microsoft en un comunicado.
El gigante informático estadounidense Microsoft anunció este viernes que suspende las nuevas ventas de sus productos y servicios en Rusia, uniéndose así a otras empresas que adoptaron medidas similares, tras la invasión rusa de Ucrania.
«Al igual que el resto del mundo, estamos horrorizados, indignados y tristes por las imágenes y la información que nos llegan de la guerra en Ucrania y condenamos esta invasión injustificada, no provocada e ilegal de Rusia», declaró Brad Smith, presidente de Microsoft en un comunicado.
La compañía no especificó qué quería decir con el término «nuevas ventas» ni si tenía la intención de retirar los productos no vendidos de las tiendas rusas.
Consultada por la AFP, la firma no quiso pronunciarse sobre la posibilidad de que se sigan vendiendo los productos en stock en las tiendas.
También te puede interesar: Ikea suspende sus actividades en Rusia y Bielorrusia; afectará a 15,000 empleados
Smith añadió que Microsoft pone fin a «muchos aspectos de [sus] actividades en Rusia de acuerdo con las sanciones decididas por los gobiernos», pero no entró en detalles.
El grupo recordó que apoya a Ucrania ayudándole a protegerse de los ciberataques rusos.
«Desde el comienzo de la guerra, hemos actuado contra las medidas rusas de toma de posición, destrucción o perturbación contra más de 20 organizaciones gubernamentales, tecnológicas o financieras ucranianas», dijo Smith.
A través de su organización humanitaria, Microsoft afirma colaborar con la Cruz Roja y las agencias de la ONU para refugiados con apoyo financiero y tecnológico.
Otros gigantes tecnológicos han cortado los lazos con Moscú en los últimos días. Apple ha dejado de vender iPhones y tabletas en el país, mientras que plataformas como Facebook, YouTube (Google) y Twitter han bloqueado las publicaciones de los medios públicos rusos en Europa.
Fuente: El Economista