Empresarios del sector discutieron sus preocupaciones sobre una posible inclusión del capítulo energético en el Tratado comercial
El proceso de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que comenzará en agosto, podrá poner en la mesa por primera vez el intercambio comercial del sector energético que antes de la Reforma Energética, por estar así estipulado en la Constitución, estaba fuera discusión.
Los intercambios de insumos energéticos entre México y Estados Unidos ya son tan cuantiosos que conforman un pilar económico para ambos países, pero la balanza está significativamente inclinada a favor del vecino país del norte. Mientras que Estados Unidos exporta unos 20,000 millones de dólares hacia México en energéticos, desde el sur de la frontera se exportan sólo 9,000 millones, con lo cual existe un déficit de 11,000 millones de dólares para México, según el Consejo Mexicano de la Energía.
Para incluir al sector en las negociaciones del TLCAN deberán tomarse en consideración una amplia gama de factores, pero algunos más que otros preocupan a los empresarios involucrados.
El pasado jueves, en el Oil & Gas Innovation Forum, altos ejecutivos de empresas energéticas, especialmente del gremio gasolinero, discutieron en un panel sobre los temas que, desde su punto de vista, deben tomarse en cuenta en caso de incluir un capítulo energético en la nueva versión del TLCAN.
Participaron en el panel Roberto Díaz de León, director de Onexpo Nacional; Nelson Arizmendi, Consejero del Consejo Mexicano de la Energía; Rolando Vázquez, Director de Gas Oxxo/Femsa y Jim Brannen, director regional de Oil & Gas de Siemens Latinoamérica. Estos son los temas que plantearon.
1. Precios. Tanto para los expendedores de combustibles como para los transportistas es vital que se establezca un esquema de precios que no deje en desventaja a las contrapartes mexicanas. Para ello sería necesario un nuevo esquema fiscal, pues hoy en México se paga un 40% de impuestos en combustibles, mientras que en Estados Unidos el gravamen es de sólo la mitad.
2. Seguridad. El abastecimiento de combustibles es una condición fundamental para que funcione todo el sector productivo del país, por lo que es necesario garantizar la seguridad de las instalaciones y la capacidad de abasto.
3. Salvaguardas. Mientras que Estados Unidos y Canadá tienen salvaguardas para la exportación de hidrocarburos, México tiene ese tema pendiente en su regulación. Ambas naciones vecinas tienen por ley la obligación de satisfacer primero la demanda interna de combustibles antes de exportar, mientras que Estados Unidos tiene prohibido exportar petróleo crudo. Para los empresarios es indispensable que se establezca un esquema similar en el que se atiendan primero las necesidades de los consumidores mexicanos.
4. Piso parejo. La competencia entre empresarios del sector en general, y de los expendedores de combustibles en lo particular debe darse en igualdad de condiciones para que el mercado tenga un buen funcionamiento, para ello debe existir un fuerte impulso a las infraestructuras de almacenamiento y distribución en México y normativas claras sobre la operación de las empresas que participan en el sector.
Vía: http://www.economiahoy.mx