La pandemia de coronavirus ha vuelto del revés nuestra vida en todos los aspectos y nos ha hecho adquirir hábitos completamente nuevos. Uno de ellos es el de casi desterrar el uso de dinero físico para reducir el riesgo de contagio (algo que no está demostrado) y a la vez aumentar el uso de las tarjetas y del móvil para hacer todo tipo de pagos. Una consecuencia de todo ello puede ser el adelanto en la llegada del euro digital, la nueva moneda que la Unión Europea estudia lanzar al mercado en el futuro.
Pero la mayoría de los europeos nos preguntamos ¿qué es exactamente el euro digital? Se trata de una moneda virtual que debe ser emitida por el Banco Central Europeo (BCE) y que en realidad es una alternativa a las criptomonedas, pero totalmente regulada.
El euro digital será equivalente al euro físico, pero lógicamente solo se podrá usar en entornos digitales. El BCE ha anunciado que por cada euro digital que se emita se retirará de la circulación un euro físico. Actualmente, el dinero en efectivo es parte de la base monetaria de cada Estado y el actual dinero electrónico, por ejemplo, las tarjetas de crédito o débito, forma parte de la oferta monetaria, es decir se trata de dinero que ha sido creado por los bancos comerciales y relacionado con el efectivo.
Los bancos comerciales, al margen
El euro digital será igual que el efectivo: dinero puro custodiado por el BCE. Los ciudadanos podrán abrir cuentas directamente en el BCE, sin necesidad de tener que pasar por los tradicionales intermediarios (los bancos comerciales).
La idea que tiene el BCE es que el euro digital se vaya popularizando entre la población para realizar pagos pequeños, aunque está pensado para que sea legal pagar cualquier tipo de cantidad. En el fondo, no diferirá demasiado del euro físico. El euro digital puede estar guardado en una cuenta bancaria ordinaria como las que usamos a diario.
Un criptomoneda con apoyo oficial
Y respecto a las criptomonedas como el bitcoin, la principal diferencia es que en el caso del euro digital estamos hablando de la que será la moneda oficial en la mayor parte de los países europeos y tendrán el apoyo de los Estados que conforman la zona euro. Las distintas criptomonedas existentes tienen, por su parte, apoyo privado por parte de empresas o inversores privados que se hallan detrás de la salida de este tipo de divisa.
El propósito del BCE es blindar al euro ante un hipotético auge de las criptomonedas y, tal como ha anunciado repetidamente, el posible lanzamiento del euro digital no pretende acabar con el dinero físico, sino ser un complemento.
Fuente: La Vanguardia