Hace poco más de un año “El Panda” estuvo a punto de hundir a la empresa Rastro Ricer ¿Qué fue lo que paso? Aquí te contamos la historia:

Sonora, 18 de diciembre de 2019.- En 2018 los trabajadores del Rastro Ricer hicieron públicas una serie de denuncias de los malos tratos y pésimas condiciones de trabajo que día a día tenían que enfrentar.

Entre sus principales reclamos señalaron que eran forzados a cubrir tiempos extras de los cuales no recibían pago, ejercían sus labores bajo condiciones insalubres y de alto riesgo, no contaban con el equipo ni la capacitación necesarias, no tenían cobertura de ningún tipo de seguro, incluso ni afiliados estaban al IMSS, y por si eso fuera poco, se les cobraba una cuota de comedor cuyo servicio era prácticamente una humillación.

Ante esta terrible situación, los trabajadores señalaron la responsabilidad del sindicato que decía representarlos, no obstante, la plantilla laboral del Rastro desconocía cuál era su sindicato, incluso, desconocían el Contrato Colectivo de Trabajo que el supuesto “Sindicato Independiente” había firmado a sus espaldas.

Viendo la gravedad del asunto, los empleados de Ricer buscaron el apoyo de otros sindicatos, encontrando refugio en la CTM. Esta central los apoyó para demandar la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo al “Sindicato Independiente”, denunciando así a Luis Navarrete, Antonio Salazar Magdaleno, “El Panda”, y su hermana Melina Salazar.

En represalia, fueron despedidas tres trabajadoras, hecho que desató las protestas del resto de compañeros. A través de manifestaciones lograron que las empleadas fueran reinstaladas en sus puestos de trabajo.

No obstante, “El Panda” siguió haciendo de las suyas y en complicidad con la Junta Local de Conciliación y Arbitraje crearon un nuevo Contrato Colectivo de Trabajo, claro, este fue firmado, nuevamente, a espaladas de los trabajadores. Esta serie de abusos hizo que los trabajadores no dudaran un segundo en salir a defender sus derechos laborales a las calles.

Ante las justificadas manifestaciones, el Secretario de Trabajo del Estado, junto con la empresa, pidieron el regreso de los trabajadores a sus labores, al negarse, fueron despedidos 90 empleados inconformes.

La situación cada vez era más insostenible, por ello los trabajadores decidieron realizar un plantón permanente frente a las instalaciones, impidiendo la circulación de todo vehículo, pero dejando pasar a los peatones.

¿Hubo solución a este atascadero que provocó “El Panda”? Pues digamos que “sí”: Después de 30 días de conflicto y con la intervención del gobierno del estado, se “resolvió” la situación laboral a través de un acuerdo conciliatorio, sin embargo, los juicios interpuestos no concluyeron.

Así que amigo trabajador sonorense, si dejas que el cáncer de “El Panda” llegue a tu planta… ¡Prepárate! No tendrás buenas noticias.

Fuente: Christian Alfaro

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