El empresario israelí aceptó dimitir a su cargo ante la presión de la junta directiva
El cofundador y CEO de la compañía estadunidense de espacios de
trabajo compartidos WeWork, Adam Neumann, aceptó renunciar al cargo,
según medios locales, tras la fallida salida a bolsa de la firma que
dirige, que se esperaba para septiembre y fue aplazada a finales de año.
Diarios como The Wall Street Journal y The New York Times y la cadena
financiera CNBC citaron a «fuentes conocedoras de la decisión» según las
cuales Neumann habría cedido finalmente a la presión por parte tanto de
la junta directiva como de varios inversores y habría aceptado
renunciar al puesto.
A Neumann le sustituirá de forma interina el tándem formado por el
consejero financiero de WeWork, Artie Minson, y el ex ejecutivo de
Amazon Sebastian Gunningham, mientras que el todavía consejero delegado
pasará a ser presidente no ejecutivo de la compañía «hermana» de WeWork,
We Company.
A mitad de agosto, la firma de «coworking» anunció su intención de salir
a bolsa en las siguientes semanas, pero esta decisión se pospuso la
semana pasada ante las reticencias expresadas por varios inversores en
relación a la tasación y a la gestión e imagen pública de Neumann.
A mediados de septiembre, la compañía anunció cambios en su estructura
de negocio que afectaban a Neumann, con un recorte del poder de sus
acciones especiales de 20 a 10 votos por título, más el nombramiento de
un director independiente antes de final de año.
WeWork, con sede en Nueva York y de reciente creación, inicialmente se
había tasado en 47 mil millones de dólares, lo que la convertía en una
de las empresas emergentes mejor valoradas de cara a una salida a bolsa,
pero en los últimos días los medios especializados señalaban que la
tasación podría caer hasta los 20 mil millones o incluso por debajo.
Según documentos entregados a los reguladores bursátiles, la compañía
tuvo pérdidas netas de mil 900 millones de dólares en 2018, algo que
según WeWork se debe a que por el momento están centrados en crecer,
pero no deja de preocupar a los inversores.
En la primera mitad del año fiscal 2019, la empresa ingresó mil 540
millones de dólares y registró pérdidas netas por valor de 900 millones.