La autopista Conexión Oriente facilitará la movilidad entre el AICM y la recién inaugurada terminal.
Lento avance en una vialidad que conectará con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Nueve meses después de que el gobierno del Estado de México otorgó a Gami Ingeniería e Instalaciones la concesión por 30 años de la autopista Conexión Oriente, que facilitará, entre otras cosas, la movilidad entre el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el que recién se inauguró en la Base Militar de Santa Lucía, se inició el trámite de manifestación de impacto ambiental (MIA), necesario para iniciar su construcción.
La obra que implica una inversión de 3,133.6 millones de pesos tiene una extensión de 7.3 km y va a interconectar la calzada Ignacio Zaragoza, en los límites de la Ciudad de México, con la autopista Peñón-Texcoco y la ampliación de la autopista Naucalpan-Ecatepec.
“El diseño del proyecto considera la construcción de una vialidad para una velocidad de proyecto de 80 km/h, siendo la mayor parte una vialidad elevada conformado por elementos estructurales de concreto armado, colados en sitio como pilotes y zapatas, así como elementos prefabricados de concreto armado para formar la superestructura de la vialidad como columnas, trabes y tabletas”, se informó.
La MIA fue realizada por la empresa Procesos y Sistemas de Información en Geomática, por encargo de Gami, y presentada a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) por el Sistema de Autopistas, Aeropuertos, Servicios Conexos y Auxiliares del Estado de México (SAASCAEM), quien asumirá los compromisos que se establezcan.
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El objetivo de la nueva vía, que tardará un año en ser concluida, es: unir con fluidez la zona norte del Valle de México con el centro y sur de la Ciudad de México, facilitando, además, la movilidad entre los aeropuertos del AICM y el AIFA. Beneficiará principalmente a más de 80,000 habitantes provenientes de diferentes localidades, así como a los 10,000 usuarios que circulan por la zona en ambos sentidos y que la atraviesan por diferentes motivos, siendo estos de largo y corto itinerario.
En la información entregada a la Semarnat, se precisa que el promovente manifestó que la fuente de financiamiento para el desarrollo del proyecto es de tipo privado, toda vez que fue por licitación pública de un contrato de concesión estatal y plazo de 30 años, “por lo que las obras de competencia federal corresponden únicamente a las que afecten zona federal de los cuerpos de agua que cruzará, así como por el cambio de uso de suelo de áreas forestales en una superficie de 0.51 ha, con vegetación de tipo pastizal halófilo”.
Actualmente, entre los accesos viales pendientes con el AIFA, está el llamado Tonanitla (libre de peaje), el cual está a cargo de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT). Se prevé que se concluya en junio próximo.
Fuente: El Economista
