Andrés Cuevas, co-fundador y co-CEO de una exitosa compañía de empaque industrial, ha demostrado que la pasión y la determinación pueden conducir al éxito empresarial desde joven. A temprana edad, Cuevas mostró un interés en el comercio.
«Siempre me gustó traer cosas de Estados Unidos y venderlas a mis compañeros», recuerda.
El emprendedor, sin duda, siempre tuvo una visión a largo plazo, reconociendo que tenía que llevar sus ideas al siguiente nivel para alcanzar sus metas.
A los 13 años, Cuevas fundó una comercializadora de abarrotes, importando productos principalmente de Estados Unidos para venderlos en su ciudad natal. Su hábito de ahorro le permitió acumular un capital de trabajo significativo, que utilizó para comprar más productos, e incluso generar empleos.
“Compré una moto y contraté a un vendedor que me ayudaba por las mañanas. Yo atendía en las tardes porque temprano iba a la secundaria. Así fue como comenzó todo y en un lapso no mayor a dos años, ya contaba con dos carros, cuatro motos y un total de seis vendedores”, recuerda el joven empresario.
En un breve período de dos años expandió su negocio a dos automóviles y cuatro motocicletas, empleando a seis vendedores. Cuando ingresó a la preparatoria, se asoció con su hermano y continuó su crecimiento empresarial mientras equilibraba sus estudios universitarios.
Hoy, Andrés Cuevas lidera una empresa enfocada en la comercialización de material de empaque industrial con almacenes en varias ciudades de México. Además, está en proceso de construir una fábrica de bolsas en Chihuahua, con el objetivo de lograr la autosuficiencia y mejorar la sostenibilidad.
Su visión va más allá de los negocios. Cuevas también está comprometido con la responsabilidad social empresarial. Incluso ha ocupado el cargo de consejero delegado de la Cruz Roja en su comunidad, y ha donado despensas a zonas vulnerables.
Emprendimiento con causa
Una de las metas más loables de Andrés Cuevas es contribuir a la educación. Por ello, desde su compañía, actualmente está desarrollando un programa de becas para brindar acceso a una formación académica de calidad:
“Estamos convencidos de que la educación es la base de todo, así que estamos ofreciendo apoyos a niños con talento y poca solvencia económica, para mejorar su calidad de vida”.
En cuanto a su visión a largo plazo, Cuevas busca expandir su presencia a nivel nacional y complementar sus operaciones con iniciativas de reciclaje para lograr un «círculo verde» en la mayor parte de su operación.
En este viaje empresarial, no todo ha sido fácil para Andrés Cuevas. Uno de los desafíos más grandes que sigue enfrentando, menciona, es convencer a las empresas de la importancia de la sostenibilidad, especialmente en un contexto económico donde las opciones biodegradables a menudo son más costosas, sumado a la falta de cultura de reciclaje y la educación insuficiente sobre el tema.
Al reflexionar sobre las lecciones más importantes que ha aprendido a lo largo de su carrera, el joven empresario enfatiza la importancia de disfrutar lo que haces, rodearte de personas talentosas y dar un esfuerzo adicional cuando sientas que ya no puedes más.
La trayectoria de Andrés Cuevas es un ejemplo de perseverancia y liderazgo empresarial. Su historia demuestra cómo un joven emprendedor puede transformar la industria del plástico y dejar una huella positiva en su comunidad y en el mundo.