En mis tiempos de novel reportero me tope con una máxima del periodismo que me desconcertó: Good News, no News. Con esto me quisieron enseñar que las buenas noticias no son noticias y que, si estas las generaba la Iniciativa Privada, deberían pagar publicidad. Si la buena noticia la generaba el gobierno, tenía que ser una orden, una obligación o un DB, es decir, DeBe publicarse.
Sin embargo, desde entonces me he resistido a esa mala práctica pues a veces las buenas noticias son interesantes y benefician a la sociedad. Incluso, hasta en los años más negros de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto, escribí algunas columnas explicando los (contados) aciertos de esos gobiernos.
Por eso me sorprende, preocupa, entristece y molesta cuando surgen buenas noticias sobre México pero que ciertos grupos no quieren que se difundan. Hace unos días, la firma de investigación y opinión pública global, Ipsos, publicó su “Índice de Confianza del Consumidor” a escala mundial, el cual revela que en julio pasado la confianza de los mexicanos sigue en aumento y ubicó a nuestro país como el tercero en la lista. Esto contrasta con la mayoría de los países donde la confianza bajó considerablemente.
México registró un aumento de 2 puntos en la confianza con respecto al mes anterior quedando en 59.3 puntos, solamente detrás de la India (64.5) e Indonesia (62.3). A nivel mundial, el promedio entre los 29 países encuestados este mes fue de 48.5 puntos.
La confianza de los mexicanos respecto a la economía registra niveles máximos históricos, similares o superiores a los registrados antes de la pandemia. Según Fernando Álvarez Kuri, Senior Business Director para Ipsos en México, “la mayoría de los mexicanos percibe que el país va en la dirección correcta”. Pero esto no les importó a muchos y casi no se difundió. La buena noticia no fue noticia.
Mexicanos Chidos
Si este reportero fuera como todos, noticias como esta pasarían desapercibidas. En Hidalgo, el Consejo Coordinador Empresarial (CCEH), bajo la batuta de Alejandro Sánchez Ramírez, y Grupo Rica, liderado por Miguel Guizado Aguirre, firmaron un convenio para impulsar la sostenibilidad empresarial y mejorar el bienestar de las comunidades. No es cualquier alianza; buscan fortalecer la educación ambiental, promoviendo la separación, acopio y reciclaje de envases post-consumo.
Jaime Cámara Creixell, fundador de Petstar, estuvo presente como testigo y mostró cómo la economía circular puede ser una realidad tangible. Petstar no es cualquier empresa; opera la planta de reciclaje de grado alimenticio más grande del mundo, y su modelo circular es un ejemplo para la industria. Así que la próxima vez que alguien te diga que las buenas noticias no son noticias, recuérdales lo que está pasando en Hidalgo, donde también hay mexicanos chidos.
