Adiós softlanding, ¿hola recesión en EU?

Según BCA Research, es hora de despertar de ese sueño pues la recesión en Estados Unidos ya está esperando su turno para ser la protagonista de los próximos meses. En 2022 decían que la recesión no era inminente pero ahora han decidido unirse al club de los pesimistas. Todo apunta a que, para finales de este año o principios del 2025, la economía estadounidense nos dará una bofetada de realidad.

Con el desempleo en aumento, indicadores rojos por doquier y una caída inminente en el crecimiento de los ingresos, es probable que el gasto se estanque y el miedo comience a cundir.

Y mientras tanto, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, no ayuda mucho; sigue jugando al equilibrista. Insiste en que la economía sigue fuerte y que las tasas de interés se reducirán «con el tiempo». Aunque no da muchos detalles de cuándo será eso, la Fed confía en que la inflación volverá al objetivo del 2%. Según Powell, las condiciones son propicias para relajar las presiones sobre los precios, pero eso sí, «no estamos en ningún rumbo preestablecido», aclaró en su discurso de Nashville.

Sin embargo, justo cuando según Powell todo está bajo control, entra en escena la huelga de estibadores en EU. En plena Costa Este y el Golfo de México, los trabajadores portuarios están listos para paralizar todo exigiendo un aumento del 77% en los próximos seis años. Mientras tanto, los jefes de la Alianza Marítima de Estados Unidos dicen que quieren negociar, pero esa cifra es inaceptable y solo ofrecen 40%. El actual contrato expira esta misma noche, y si no hay acuerdo, los puertos de Nueva Inglaterra a Houston van a apagar las luces. Bueno, salvo para mover material militar o atender a los turistas en cruceros.

Este parón no viene en buen momento pues con los problemas en el Mar Rojo ya afectando las rutas comerciales, la huelga solo empeora las cosas. Si los estibadores se plantan por mucho tiempo, los cuellos de botella en las cadenas de suministro van a parecer el metro Pantitlán en hora pico. Y aquí es donde podría empezar el baile de la inflación otra vez. La esperanza está puesta en que el sector minorista aguante el golpe, pero todos sabemos que siempre los consumidores pagan los platos rotos.

Por ello, la Cámara de Comercio de Estados Unidos ya está haciendo llamados urgentes a la Casa Blanca. Le han pedido a Joe Biden que impida la huelga invocando la ley Taft-Hartley, pero el presidente ha decidido no meterse.

Llega octubre con la Reserva Federal cruzando los dedos para que la inflación siga su curso hacia el 2%, los estibadores y sus jefes peleando aumentos, y los consumidores esperando a ver qué pasa con los precios. La recesión podría estar a la vuelta de la esquina, pero parece que todos prefieren mirar hacia otro lado. Total, si ya aguantamos una pandemia ¿qué tan malo puede ser un aterrizaje forzoso?