Gadgets, la nueva maroma trumpista

Las bolsas gringas respiraron el lunes. Apple, Alphabet y demás tecnológicas subieron tras el anuncio de que el gobierno de EU haría exenciones arancelarias a teléfonos, chips y laptops. Pero, como siempre, fue puro humo. El mismo Trump negó todo dos días después.

La supuesta exención fue publicada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y excluía de los aranceles del 125% a productos chinos como los gadgets que tanto aman los gringos. Pero el domingo, Trump salió a decir que no se trataba de ninguna excepción, solo de “mover productos a otra categoría”.

La nueva directriz de CBP incluye una veintena de componentes y dispositivos electrónicos, entre los que se encuentran chips, pantallas planas de televisión, unidades flash y tarjetas de memoria. Hoy pocos saben si aplican o no aplican los aranceles de 125%, de 25% o de 10%

La confusión es total. Lo que hoy se exonera, mañana se graba y pasado mañana se sube o baja el arancel. Esto nos deja la sensación de que no hay política industrial, sino solo improvisación. Las empresas tecnológicas no saben si pueden planear su cadena de suministro o deben mudar todo a Arizona, Texas o California.

La Casa Blanca habla de seguridad nacional sin entender lo que implica reconfigurar la logística global de los semiconductores. Cree que subir aranceles crea fábricas. No entiende que la industria necesita certidumbre, no amenazas.

Nvidia, por ejemplo, anunció que hará pruebas para construir y probar chips Nvidia Blackwell en Arizona y supercomputadoras de inteligencia artificial en Texas, y que la producción aumentará en los próximos 12 a 15 meses. Trump se colgó la medalla, aunque los planes ya estaban en marcha. No son resultado de sus aranceles, sino del caos que provocan.

Mientras haya incertidumbre, las empresas no van a confiar. No importa si son Apple o una startup. Si el presidente cambia de opinión cada dos días, no hay plan que aguante.

Los mercados funcionan con reglas claras, pero Trump las revienta cada semana. Usa la política comercial como si fuera un tweet. Hoy dice una cosa, mañana otra.

Las exenciones arancelarias no fueron un alivio, fueron otra maroma para manipular titulares, acciones e indicadores. Tal parece que la estrategia es confundir, prometer, negar, cambiar, acusar; todo en un solo fin de semana.

La maroma de los gadgets no es nueva pues ya ha usado estos anuncios para mover mercados. Lo preocupante es que los empresarios siguen cayendo. Wall Street brinca con cada ocurrencia, aunque se desmienta al día siguiente. ¿Quién está ganando por estos saltos?

El riesgo es serio. Si esta dinámica continúa, EU dejará de ser referencia y las empresas buscarán estabilidad en otros mercados. Trump cree que todos necesitan a su país, pero si sigue lanzando sus aranceles como si fueran dardos, nadie va a querer jugar con ellos.

Fotógrafos sin filtros

Mientras algunos fotógrafos siguen regalando su trabajo en redes sociales a cambio de likes y emojis, hay otros que ya entendieron que vivir de la fotografía no es un sueño bohemio, sino un modelo de negocio.

Desde Uruguay nos contacta un grupo de emprendedores con la promesa de hacer dinero con tus fotos y no con tus followers. Se trata de Lumepic, una plataforma web de fotografía deportiva que no pide miles de seguidores ni exige talento aprobado por algún algoritmo misterioso.

Basta con una cámara, ganas de subir fotos y en menos de un minuto cualquier fotógrafo puede empezar a vender álbumes, sin intermediarios, sin regateos, y sin dramas. Actualmente, ya son más de 60 mil usuarios los que están aprovechando esta alternativa para monetizar su trabajo en serio. Algunos fotógrafos mexicanos ya están inscritos.

El modelo de negocio es directo y sin filtros. El fotógrafo sube sus fotos, las vende, y Lumepic se queda con el 20% de comisión. Nada de membresías, cobros escondidos o fórmulas mágicas. Aunque su fuerte son los eventos deportivos como carreras o partidos de futbol; hay espacio para bodas, conciertos y hasta graduaciones.

Uno de los ingredientes más interesantes es su tecnología de reconocimiento facial, que permite al usuario encontrar fácilmente sus fotos dentro de un mar de imágenes. ¿Fuiste a una carrera y no sabes quién te tomó fotos? Solo sube una selfie y la plataforma te encuentra entre la multitud.

La plataforma también ofrece servicios a marcas enviando fotógrafos a eventos donde los asistentes pueden descargar sus fotos gratuitamente con el logo de la marca bien visible.

Lo más interesante de la historia es que este emprendimiento no nació en Silicon Valley, sino entre olas de surf y amigos con ganas de innovar. Los fundadores de Lumepic no salieron de alguna incubadora fancy. Son tres jóvenes con nombre de grupo indie: Facundo Sarabia (arquitecto), Mateo Pereira (administrador) y Francisco Polio (ingeniero de sistemas). Son egresados de la misma universidad, primos, amigos y surfistas que decidieron lanzarse a emprender sin más fondo que su propia convicción y una tabla bajo el brazo.

Así que mientras algunos siguen esperando que TikTok o Instagram paguen por su “contenido de valor”, en esta plataforma los fotógrafos ya están facturando.

Contra la plaga cibernética

Aunque México presume músculo tecnológico, lo cierto es que le falta defensa. Según la UIT, hay potencial para crecer, pero Checkpoint advirtió que los ciberataques crecieron más de 70% en 2024, afectando por igual a tienditas y transnacionales. En este caos digital, algunos se aferran a plataformas como ‘4YOU’, que promete actuar rápido contra ciberacoso y demás males de la red. Su creadora, Layla Delgadillo, no solo se conforma con apagar incendios digitales, también empuja por una legislación que dé dientes al combate. La directora de Silent4Business, junto con expertos y legisladores, busca frenar esta epidemia invisible que, hasta ahora, sigue haciendo de las suyas sin pedir permiso. México puede tener la infraestructura, pero sin reglas claras y tecnología que defienda, seguiremos siendo tierra fértil para hackers con iniciativa. ¿O qué, vamos a esperar a que hackeen la panadería o el oxxo de la esquina para reaccionar?