Ante el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento (IDIC), se anunció que la industria tabacalera mexicana no participará en la Conferencia para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ante esto, especialistas sugirieron considerar la cadena productiva de todos los países para la toma de decisiones sobre el sector en el marco del evento que se celebrará del 7 al 12 de noviembre en la India. Además opinan que es necesario que las instituciones públicas y privadas defiendan y promuevan el diálogo incluyente entre diversos actores con distintos puntos de vista, así como la promoción de la equidad.
Hoy por hoy la industria tabacalera de México carecerá de participación en el encuentro, «lo que dejará sin voz» a una cadena productiva de la que dependen más de cuatro mil familias que participan en el cultivo del tabaco en Chiapas, Nayarit y Veracruz, además de 100,000 personas que trabajan en el sector de manera indirecta.
Cabe mencionar que el Convenio Marco para el Control del Tabaco es el primer tratado internacional negociado con los auspicios de la OMS. Entró en vigor el 27 de febrero de 2005 y desde entonces se ha convertido en uno de los tratados más rápida y ampliamente adoptados en la historia de las Naciones Unidas.
Además, el convenio incluye un protocolo que fue elaborado en respuesta al creciente comercio internacional ilícito de productos de tabaco. Dicho aspecto, agregó, supone una grave amenaza para la salud pública. De acuerdo con la OMS, el comercio ilícito aumenta la accesibilidad y asequibilidad de los productos de tabaco, aunado a que genera pérdidas considerables en los ingresos públicos.
