Serán las farmacéuticas, mineras y fabricantes de armas, las industrias que obtengan mayores ingresos tras triunfo de Donald Trump.
En el segundo día de la «era Trump» tras la elección, los mercados se aplacaron y las bolsas le dieron una suerte de bienvenida al republicano que será el presidente de Estados Unidos.
A las corridas y los malos presagios, le siguió la recuperación y la calma.
Y los analistas sugirieron que quizá los pronósticos de una hecatombe bursátil fueron exagerados y las caídas del miércoles en los índices, una reacción pasajera.
«Ayer los inversores eran ‘anti-riesgo’, pero luego de ver el optimismo de los estadounidenses y los repuntes de los mercados, no tardaron un segundo en revertir sus posiciones», le dijo a la BBC Takuya Takahashi, estratega de Daiwa Securities en Tokio.
Los mercados asiáticos, los primeros en despertar, siguieron con la tendencia en alza que había mostrado el miércoles Wall Street. El índice Nikkei japonés trepó un 6,7% que le permitió recuperar el terreno perdido en la jornada previa, mientras que el Hang Seng de Hong Kong mostró un incremento de casi 2%.
Por su parte, la jornada en Europa mostró el despegue de varios títulos: una oleada inicial de demanda de acciones que contradijo la tendencia de «vender, vender, vender» que muchos habían pronosticado seguiría a los resultados electorales.
Londres, París y Fráncfort abrieron un 1% arriba, un valor similar al que mostraron el IBEX español y el MIB de Italia.
A juzgar por cómo evolucionaron las cotizaciones, «los inversores ignoraron el potencial de daño en el comercio internacional y se enfocaron en el control republicano logrado en ambas Cámaras además de la casa Blanca, que ofrece una promesa de reforma», señala McCarthy.
La presidencia de Trump puede traer estímulos fiscales, recortes en los impuestos a las empresas, tasas de interés más altas y un marco regulatorio más laxo para los negocios.