El entusiasmo y la dedicación son banderas de la industria editorial mexicana. «Su labor y calidad, competitiva en forma y contenido con la de cualquier otro país, tiene nivel mundial», aseguró Carlos Anaya Rosique, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM).
Añadió que el desafío permanente de esa organización es alcanzar los mayores niveles de calidad. «El reto es provocar en los lectores el orgullo por una industria que se revitaliza en todo momento acercando libros y publicaciones periódicas a todos los mexicanos».
Durante la entrega del Premio Juan Pablos al Mérito Editorial de la CANIEM al editor y escritor Héctor Aguilar Camín, en el Museo Rufino Tamayo, Anaya Rosique dijo que la Cámara lucha por el reconocimiento que merece dentro de las estructuras económicas y sociales de este país.
Destacó que esa industria es, desde el punto de vista educativo, cultural y económico, una entidad estratégica. «Somos la industria cultural por excelencia: somos editoriales, libros, bibliotecas, librerías, promotores de lectura y lectores, y construimos bienes intangibles. Como en distintos países, en México las industrias culturales son parte de su economía».
Enfático, puso en relieve que la CANIEM genera recursos, cientos de empleos directos e indirectos, mueve a toda una cadena industrial en torno a una tarea que alimenta el espíritu, y provee conocimiento y esparcimiento a toda la población. «El desarrollo de la cultura escrita, debería de ser la base del desarrollo de la sociedad».
El presidente de los editores organizados dijo que el desarrollo de la cultura escrita, de los libros y las librerías, así como de las bibliotecas, debe medir el crecimiento, sobre todo social, no esencialmente económico, del país; el reto en 2018 es tener una librería en cada uno de los 2420 municipios del país, añadió.
«Una política que permita obtener los recursos suficientes para cumplir ese objetivo, es de importancia extrema. Un proyecto que cobije la posibilidad de crear librerías, es una necesidad urgente. No se trata que el Estado cree y administre espacios culturales sino que auspicie las iniciativas de desarrollo cultural de la ciudadanía», acentuó más adelante.
Las autoridades educativas del país, dejo ver, deben saber que cuentan con la industria editorial mexicana para apoyar iniciativas de formación lectora, creación de bibliotecas, y promoción de la lectura. «Hemos sido, hasta hace unos años, líderes en la producción editorial en Hispanoamérica. Ahora, con espíritu innovador, enfrentamos nuevos retos».
Desde la perspectiva de Carlos Anaya Rosique, México tiene en esta industria un aliado en los momentos críticos. La historia, idiosincrasia, valores y diversidad de pensamiento, está en los anaqueles de las bibliotecas, en las mesas de las librerías y en las hemerotecas, «y nada más lejano de los libros que el pensamiento único, monolítico y maniqueo», dijo.
En el acto, Anaya Rosique destacó que los Premios CANIEM crecieron de la mano de la conmemoración del Día Nacional del Libro (cada 12 de noviembre) instituido para dar impulso al libro como un factor de cohesión social.
«Hablar del Premio Juan Pablo al Mérito Editorial es hablar del máximo reconocimiento que los editores hacemos a la trayectoria destacada de uno de nuestros pares.
«Año con año, el Consejo Directivo de la Cámara realiza un exhaustivo estudio de las propuestas que nos hacen los agremiados en respuesta a la convocatoria respectiva», explicó el líder.
Este premio se instauró para conmemorar el Día Nacional del Libro, instituido por Decreto Presidencial en 1979, para promover el reconocimiento público, estimular la actividad editorial, mejorar la calidad de las publicaciones y galardonar a quienes han dejado honda huella con su quehacer como editores de libros o publicaciones periódicas.
Asistieron también Jorge Flores, presidente de la Asociación Nacional del Libro; Marina Núñez Bespalova, directora de Publicaciones de la Secretaria de Cultura y Joaquín Díez-Canedo Flores, director de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos.
Se presentó el libro «De aquí, allá y acullá. Antología de textos», de Fernando del Paso, que celebra el Día del Libro 2016, de distribución gratuita.
Además del Premio Juan Pablos, se entregaron los Premios CANIEM al Arte Editorial, tanto para libros como para revistas. Estos reconocimientos, que se entregan desde hace más de 30 años, tienen el objetivo de premiar las mejores propuestas editoriales del año.
Héctor Aguilar Camín es originario de Quintana Roo, estudió Ciencias y Técnicas de la Información en la Universidad Iberoamericana; es doctor en Historia por el Colegio de México y Doctor Honoris Causa por la Universidad Veracruzana y ha sido Secretario de redacción de la revista Historia Mexicana de El Colegio de México de 1971 a 1974.
El galardonado es autor de «Con el Filtro Azul», 1978 (cuentos); «La Decadencia del Dragón», 1983 (cuentos); «Morir en el Golfo», 1985 (novela); «La Guerra de Galio», 1991 (novela); «Historias Conversadas», 1992 (cuentos); «Subversiones Silenciosas», 1994 (ensayos); «El Error de la Luna», 1995 (novela), y «Un Soplo en el Río», 1997 (novela).
También, de «El Resplandor de la Madera», 1999 (novela); «Las Mujeres de Adriano», 2001 (novela); «Mandatos del Corazón», 2002 (novela); «La Conspiración de la Fortuna», 2005 (novela); «La Provincia perdida», 2007 (novela); «Pasado Pendiente, y otras historias conversadas», 2010 (cuentos); «Adiós a los padres», 2014 (novela biográfica), y «Toda la vida», 2016 (novela).
Los Premios CANIEM al Arte Editorial en la categoría de revistas y publicaciones periódicas fueron concedidos a «GQ México», «Gatopardo», «Alquimia», «Alto Nivel», «Ciencias», «Cine Toma», «FACMED», «Travesías», «Punto de partida», de la Dirección de Literatura de la UNAM, por su calidad y contenidos de alto impacto en la sociedad de hoy.
Los Premios CANIEM al sector Libros fueron para «Mito, leyenda e historia de Quetzalcóatl», «Cuentos de Shakespeare», «La madre y la muerte-La partida», «El ojo desnudo», «Nacho López. Fotógrafo de México», «A very british book on contemporary Mexico», «El juego de pelota mesoamericano», y «De historiografía y otras pasiones», entre otras publicaciones consideradas por la CANIEM de excelente calidad.