Brasil aprueba uso de la vacuna de Pfizer contra el covid-19 a gran escala

El inmunizante no está todavía disponible en el segundo país con más muertos por el coronavirus

El regulador sanitario brasileño, Anvisa, autorizó el uso a gran escala de la vacuna de Pfizer/BioNTech contra el coronavirus, aunque el inmunizante no está todavía disponible en el segundo país con más muertos por el coronavirus.

Según Anvisa, se trata del «primer registro de vacuna contra el covid-19, para uso amplio, de las Américas».

Brasil está realizando su campaña de vacunación con la CoronaVac, del laboratorio chino Sinovac, y con la producida por Oxford/AstraZeneca, ambas aprobadas por Anvisa sólo para uso de emergencia.

El regulador sanitario agregó que la vacuna desarrollada por el laboratorio estadounidense Pfizer con el alemán BioNTech «tuvo su seguridad, calidad y eficacia medidas y comprobadas».

«Esperamos que otras vacunas estén en breve siendo evaluadas y aprobadas», agregó.

En Brasil, esta autorización final permite el uso de la vacuna para toda la población y la comercialización de las dosis.

La autorización de emergencia solo se refiere a la vacunación de ciertos grupos definidos como prioritarios.

La vacuna de Pfizer/BioNTech, la primera aprobada contra el covid-19 en Occidente, a finales de 2020, tiene autorizado el uso de emergencia en Estados Unidos. Pero puede usarse para toda la población, a excepción de los menores de 16 años.

La aprobación definitiva en Brasil se da en momentos en que el segundo país más golpeado por el coronavirus, con 247,000 muertos, vive una dramática segunda ola de la pandemia, con una media de más de 1.000 fallecidos diarios desde hace semanas y una lenta campaña de vacunación.

Negociaciones trabadas

El gobierno del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro lleva negociando desde el año pasado con Pfizer la compra de decenas de millones de dosis, pero las tratativas están trabadas por la exigencia de que la farmacéutica quede exenta de responsabilidad en relación a eventuales efectos colaterales.

En diciembre, Bolsonaro, un escéptico del coronavirus con una gestión de la pandemia muy cuestionada, bromeó con la cláusula al insinuar que Pfizer/BioNTech no querían ser responsabilizados si su vacuna convierte a los vacunados en «cocodrilos».

«Si te conviertes en Superman, si una mujer empieza a tener barba o si un hombre empieza a hablar con voz afeminada, ellos [los laboratorios] no tienen nada que ver con eso», dijo el mandatario.

Al revés de lo que ocurre con la CoronaVac y la producida por Oxford/AstraZeneca, las negociaciones no incluyen intercambio de tecnología, por lo que no podrá ser fabricada en Brasil.

La vacuna de Pfizer utiliza la tecnología de ARN mensajero y muestra una muy alta tasa de eficacia (95%).

Más de seis millones de personas han sido vacunadas en Brasil, lo que corresponde al 2,8% de los 212 millones de habitantes, hasta ahora.

Pese a que es reconocido mundialmente por su capacidad de vacunar en masa a su población, Brasil inició su campaña hace poco más de un mes, varias semanas después que Estados Unidos, gran parte de los países europeos e incluso que Argentina y Chile.

Pero debido a la falta de dosis varias ciudades, entre ellas Rio de Janeiro (sudeste) y Salvador (nordeste), tuvieron que interrumpir la campaña de inmunización.

La semana pasada, el ministro de Salud, Eduardo Pazuello, aseguró que el país dispondrá de más de 230 millones de dosis para fines de julio.

Pero esta previsión depende tanto de la importación de dosis fabricadas en el exterior, como del envío a Brasil de insumos para producir la vacuna localmente.

El cálculo también incluye 10 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V y 20 millones de la india Covaxin, con cuyos laboratorios el gobierno todavía no ha formalizado un acuerdo y que tampoco tienen su uso aprobado en el país.

Fuente: AFP

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