NUEVA YORK (CNN)– Toda la industria automotriz estadounidense detendría sus actividades en una semana si el presidente Donald Trump cumple con su promesa de cerrar la frontera entre México y Estados Unidos, según una destacada experta en el sector.
Eso se debe a que todos los fabricantes de automóviles que operan una planta automotriz en Estados Unidos dependen de partes importadas de México, dijo Kristin Dziczek, vicepresidenta de industria, mano de obra y fundamentos económicos del Center for Automotive Research.
Aproximadamente 16% de todas las partes automotrices usadas en Estados Unidos, tanto en plantas de ensamblaje como vendidas en tiendas de autopartes, se producen en México. Casi todos los modelos de autos en Estados Unidos tienen partes mexicanas, dijo. Debido a esa dependencia, agregó, la industria automotriz dejaría de producir vehículos con relativa rapidez.
“No pueden venderse autos con piezas faltantes», dijo. “Deben tenerlas todas. Yo calculo que toda la industria cerraría en un lapso de una semana tras el cierre de la frontera”.
El presidente Trump está amenazando con cerrar la frontera en un plazo de una semana como una forma de detener la inmigración ilegal. Miembros de su propio gobierno han dicho a CNN que ha sido advertido varias veces sobre las consecuencias económicas de un cierre. Un funcionario del gobierno describió los efectos como “catastróficos” y “un mundo entero de daño”. Pero el presidente continúa contemplando la idea de cerrar la frontera en secciones o en su totalidad, según sus colaboradores.
La industria automotriz es particularmente vulnerable a un cierre de la frontera porque importa partes de México por un valor de 59,400 millones de dólares (mdd). También exporta autopartes de automotrices y fabricantes estadounidenses por un valor de 32,500 mdd a las plantas de ensamblaje que operan en México. Esas exportaciones también podrían quedar detenidas.
Al ser contactados para comentar sobre el impacto de un posible cierre de la frontera, Ford, GM y Chrysler remitieron a CNN a una declaración de Matt Blunt, presidente del American Automotive Policy Council.
“Cualquier acción que detenga el comercio en la frontera sería perjudicial para la economía estadounidense y, en particular, para la industria automotriz”, dijo Blunt. “El acceso al mercado de México y la integración estadounidense son fundamentales para las operaciones en Estados Unidos”.
Blunt dijo que es imperativo que los productos se muevan a través de las fronteras entre Estados Unidos y México, y esa es una de las razones por las que la industria apoya al T-MEC, el nuevo acuerdo comercial del gobierno de Trump con México y Canadá, diseñado para reemplazar el TLCAN.
“El T-MEC es esencial para mantener la competitividad de la industria automotriz de Estados Unidos y estamos instando al Congreso a que lo apruebe sin demora”, dijo.
Pero cerrar la frontera podría detener el mismo comercio que el acuerdo del T-MEC está diseñado para regular.
Los fabricantes de autopartes que proveen a las líneas de ensamblaje en Estados Unidos podrían cerrar debido a que las plantas automotrices no tienen un lugar para almacenar grandes cantidades de piezas no utilizadas. Por lo tanto, un cierre de las plantas automotrices tendría un efecto dominó en la economía en general. Aproximadamente un millón de personas trabajan en plantas de ensamblaje y autopartes estadounidenses, de acuerdo con las estadísticas del Departamento de Trabajo.
Las partes importadas de México suelen ser componentes de bajo costo y que requieren de mucha mano de obra, las cuales no tiene sentido económico fabricar en Estados Unidos, dijo Dziczek. Señaló como ejemplo los arneses de cables, la colección de cables que transportan la energía en todo el vehículo.
La vicepresidenta del Center for Automotive Research dijo que hay pocos arneses de cables fabricados en Estados Unidos y que más del 70% de los arneses de cables provienen de México. Gran parte del resto de los arneses llegan a la frontera entre México y Estados Unidos desde países de Sudamérica. “Es una de las primeras piezas que se instala cuando se ensambla un automóvil”, dijo. “No se puede construir todo el auto y colocar más tarde el arnés de cables. Esta es una gran parte crucial que detiene la línea de ensamblaje si no la tienes”.
Pero dijo que hay muchas otras partes cruciales, desde los anclajes del cinturón de seguridad hasta los componentes del motor que también vienen de México y que las fábricas de Estados Unidos no pueden reemplazar en el corto plazo.