Para muchos, que la semana pasada se haya destrabado la designación del titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), fue sin duda, un avance dentro del abanico de pendientes que tienen aún en pausa al mismo Sistema Nacional Anticorrupción. Para otros, se trató de la primera derrota de Ricardo Anaya, y de la primera prueba de fuego para la llamada coalición Por México al Frente.
Sin embargo, se sabe de buena fuente que el fin a este impasse, tuvo una génesis mayormente coyuntural. Una en el que, no sólo prevaleció el trabajo de la Comisión de Vigilancia de la Cámara Baja, sino que a diferencia del pasado diciembre, este 15 de marzo, confluyeron forma y fondo para llevar al frente del máximo órgano fiscalizador, a David Colmenares Páramo, quien tendrá este encargo hasta 2026.
Desde el 7 de diciembre pasado, previó a que la Comisión de Vigilancia emitiera dictamen alguno con la terna de la que finalmente salió Colmenares, se decía en los pasillos de San Lázaro que el delfín de Juan Manuel Portal, Orci Magaña, era el protegido del PRI, y que sus votos estarían destinados a ungirlo como un “auditor carnal” para contener las posibles consecuencias de una terrible administración peñista.
Por parte del Frente, las declaraciones de las diputadas Minerva Ramos del PAN y Claudia Corichi de Movimiento Ciudadano, así como del mismo Coordinador del PRD, Francisco Neri, dejaban ver que, desde sus propuestas para la terna, Colmenares se perfilaba como uno de los personajes idóneos para dirigir la ASF.
Por parte de MORENA, Rocío Nahle, Coordinadora de la bancada fue determinante al indicar que Colmenares era, entre otros, uno de los más señalados para encabezar la máxima entidad fiscalizadora del país.
Sin embargo, a la llegada de Damián Zepeda como dirigente del blanquiazul, la instrucción que dio a su bancada fue de parar el proceso, por lo que el PAN quería prolongar la decisión del nombramiento del auditor más allá de las elecciones de 2018.
¿Cómo fue que la Cámara Baja destrabó este proceso cuando en el Senado a más de dos años, sigue pendiente la designación de un Fiscal Anticorrupción?
Se ha hablado de un pacto entre MORENA y el PRI, que además de reavivar la supuesta alianza para exhibir a Anaya, ha sido instrumento para confirmar que existe acuerdo para que el próximo julio, Andrés Manuel López Obrador logre por fin, la silla presidencial. Sin embargo, se sabe que la dinámica fue más compleja que una simple historia conspiracionista, aunque en el fondo este posible “amañe” dejó sin argumentos a un Frente que había llevado a Colmenares como su candidato, al igual que la bancada de Regeneración Nacional, por lo que las inercias y compromisos eran muchos para revertir esa decisión.
Al filo de las 13 horas del pasado jueves 15 de marzo, las señales parecían contradictorias. El Frente, a pesar de haber apoyado a Colmenares, recibía indicaciones para sacar el mayor número de abstenciones posibles.
Los rumores no cesaban. Se mencionaba por parte de los diputados del verde que los coordinadores parlamentarios del PAN y del partido Movimiento Ciudadano, solicitaron a sus bancadas foto de su voto para garantizar que no saldrían votos para ningún integrante de la terna propuesta. Pero iniciada la sesión, el coordinador de los diputados del PAN, Marko Cortés y Claudia Corichi de MC, y secretaria de la Comisión de Vigilancia, desmentían este supuesto.
En el pleno era evidente el ambiente de tensión y ansiedad, en riesgo no sólo estaba el futuro de la ASF, sino el escrutinio público que veía ya con malos ojos que se hubiera postergado la decisión por más de dos meses. De no lograrse se tendría que reponer todo el proceso, lo cual seguramente sucedería hasta la siguiente legislatura.
Se veía a gente como Enrique Jackson, Minerva Ramos, Luis Maldonado (presidente de la Comisión de Vigilancia) y Claudia Corichi en acercamientos constantes con sus compañeros a buscar la vía para que se pudiera elegir a un Auditor de la terna original, la idea dicen, no sólo era respetar el proceso, sino poder sacar el tema, sobre todo cuando dentro de la misma Comisión la terna había salido en consenso.
Después de más de dos horas de votación y escrutinio, en las que se determinarían 337 votos a favor de Colmenares, 64 abstenciones, y sólo 5 votos para Orci Magaña, se llamaría al primero a rendir protesta como el Auditor Superior de la Federación para el periodo 2018-2026.
A raíz de este resultado, algunos medios destacaron la exclamación del PRI al celebrar la designación del ahora Auditor Superior, sin embargo, pocos rescataban el hecho de que una fuerte ausencia de legisladores del Frente en el Salón de sesiones, había cambiado ese escenario, así como su llamada «insurrección silenciosa», en particular de legisladores panistas que mandan a su dirigencia una señal muy clara de que el “lineazo” en el blanquiazul está desgastado.
Lo que viene para la ASF y su nuevo titular, sin duda, es la rifa del tigre. Colmenares debe llevar al máximo las nuevas facultades de la fiscalizadora, y dejar en claro que no le debe nada a ningún partido en particular, la gente exige acciones contundentes y claras frente a los escándalos de corrupción que hay en todo el país. Más allá de los votos, los rumores, y los debates, hoy por hoy es un hecho que habiendo Auditor, el paso natural es que se designe a la brevedad un Fiscal Anticorrupción, sin pretextos, pues la acrobacia de San Lázaro ha sido sin duda más grande y exitosa que lo que tiene pendiente la Cámara Alta.
Vía: http://www.excelsior.com.mx/blog/el-caldero-politico/el-destrabe-en-la-auditoria-superior-de-la-federacion/1227683