La presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Esperanza Ortega Azar, afirma que, para lograr una implementación equilibrada y sostenible de la jornada laboral, es indispensable aplicar la gradualidad sectorial hacia el 2030 con criterios definidos, según el área, tamaño de la empresa y ubicación geográfica.
Por su parte, el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), Octavio de la Torre, coincidió en que la reducción de la jornada laboral no es viable para todos los sectores, ni para todos los tamaños de las empresas que hay en México.
«La gradualidad como la plantea la Secretaría del Trabajo, debe ser por sector, región y tamaño, no es lo mismo un restaurante, hotel, fonda, que una maquiladora de exportación. Cada uno de los sectores se debe analizar, no es una reforma que se pueda aplicar. Definitivamente no estamos preparados”, asevera.
Agrega que, en cualquier tamaño de negocio del sector de comercio, servicios o turismo, el tema de gradualidad no funcionaría en este momento, “por eso se debe dar un equilibrio”.
De la Torre recuerda que en el proceso de diálogo que se abrirá para las jornadas laborales, se aportarán propuestas directas como reducir la sobrerregulación, una deducibilidad de la nómina, estímulos fiscales, financiamiento y tecnología.
Preocupa cómo lo enfrentarán las empresas familiares
A su vez, Esperanza Ortega Azar, destaca que la reducción de la jornada no es benéfica para las empresas familiares.
“Las principales preocupaciones son el aumento de los costos laborales incluyendo los impuestos, afectación a la atención al cliente y la posible pérdida de empleos. No todas las actividades pueden adoptar el mismo esquema laboral, no es lo mismo una planta manufacturera con turnos, que un restaurante con 50 trabajadores, una tienda de barrio o un pequeño hotel”, indica.
La titular de la Canacintra apunta que están preparados para participar en las mesas de diálogo con las autoridades.
“Estamos atentos para participar en los foros, no podemos poner a todas las empresas, a la micro, pequeña, mediana, a la par de una grande. Nuestras autoridades deben ver que en esta reforma laboral que ellos plantean podamos ir todos inmersos, tenemos que diferenciar a la empresa familiar de la grande”, insiste.
Apunta que, sumado a la participación en las mesas, se debe analizar con los colaboradores cómo se ajustarían las formas de trabajo y llegar a un acuerdo. Hay que hacer un estudio más profundo, hablar con ellos, pero las micro y pequeñas no pueden hacerlo”.
“Una propuesta, es que en lugar de que la jornada sea de ocho horas, pudiera reducirse y seguir trabajando, porque normalmente los sábados se trabaja de 9 de la mañana a 5 de la tarde; sin embargo, debemos estar atentos a la productividad, y también deben estar los colaboradores atentos porque serán 7 horas de trabajo, pero reales”, advierte.
Esperanza Ortega Azar aseguró que, además, son necesarios incentivos a la formalidad, fomentando la regulación de empresas familiares con esquemas de apoyo financiero-fiscal. Y, la creación de un observatorio de transición laboral con participación tripartita para evaluar y ajustar la implementación con base a la evidencia real, argumenta.
Destaca que, si se busca que la reducción laboral sea viable, es necesario acompañarse de medidas complementarias que impulsen la competitividad y crecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas familiares, con acceso al financiamiento, subsidio al empleo, reducción de impuestos, capacitación, simplificación administrativa.
Necesario que se revise a detalle la situación de las mipymes
Implementar la reducción de la jornada laboral como plantea el gobierno de México, podría afectar en mayor medida la productividad y el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) del país, dijo Octavio de la Torre.
Señala que en las mesas de diálogo que se llevarán a cabo a partir del 19 de junio entre autoridades, empresas y trabajadores, se deberá revisar a detalle la situación de las mipymes.
“Tenemos que establecer cómo las mipymes pueden compartir el costo de la contratación extra, o ver qué medidas se pueden generar de cada uno de los sectores de manera específica. Por eso, se establece que para los negocios familiares es compleja la incorporación de esta política que se está proponiendo”, resalta.
El pasado primero de mayo, el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Marath Bolaños, anunció que en junio iniciarán las mesas de diálogo entre el gobierno, empresarios y sindicatos, para reducir la jornada laboral en México y llegar a las 40 horas a más tardar en 2030.
“Por instrucciones de nuestra presidenta, la doctora Claudia Sheinbaum, comenzaremos con la instauración paulatina y gradual de la semana laboral de 40 horas en nuestro país. Reduciremos la semana laboral, hasta llegar al año 2030 a un total de 40 horas semanales”, comentó en su momento el secretario.