Podríamos estar hablando de México, tal vez de Estados Unidos, o de Francia; pero en los tres casos, las grillas políticas asustan a los mercados. En los tres casos, las elecciones han provocado que los inversionistas busquen refugio en mercados seguros, siendo Wall Street lo más buscado.
Según datos de EPFR Global, recopilados por TD Securities; durante el último mes, cerca de 30 mil millones de dólares han llegado a los mercados accionarios de EU. Al mismo tiempo, los bonos del Tesoro a largo plazo subieron un 3.5% según datos citados por Bloomberg.
Todo este temor generador por la política en todo el mundo explica (en parte) el apetito generalizado por los dólares. Los inversionistas asustadizos se refugian donde supuestamente su dinero tiene menor exposición y salen a comprar dólares para salirse de los mercados en riesgo. Sin embargo, ¿es justificado esta aversión al cambio político?
En EU se espera que la elección presidencial sea muy reñida y polémica, dejando a los inversionistas de ese país con la urgencia de tomar posiciones antes de que se les venga la noche encima. Los inversionistas están buscando entrar a los mercados de EU ahora que siguen pagando buenos intereses en ese país y antes de que la verdadera polarización bipartidista asuste a los inversionistas.
En México, la aplanadora Morenista genera estampida de inversores impala por el susto de que el Plan C prospere y se acaben los privilegios judiciales. La paridad peso-dólar se ha estabilizado alrededor de los 18.50 pesos y la BMV está en un sube y baja atizada por conferencias de prensa.
En Francia, el resultado de las elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio generó un sisma político. La amplia victoria de la ultraderecha de Marine Le Pen y el fracaso del presidente, Emmanuel Macron, llevaron a este último convocar elecciones legislativas anticipadas para el próximo 30 de junio.
Los expertos dicen que existe el riesgo de que la ultraderecha francesa obtenga la mayoría en la Asamblea y que esto desate las ocultas ganas de que ese país salga de la Unión Europea (Frexit). También le temen al aumento del gasto público y con ello se deteriore el ya complicado déficit fiscal francés. La relación deuda pública/PIB de Francia es del 111%, la tercera de Europa solo después del 137% de Italia y el 162% de Grecia. En suma, le temen al populismo de derecha.
Sin embargo, los especialistas también recomiendan no dejarse llevar por el ruido pues el riesgo político está exagerado. Creen que, cuando baje el polvo político, tanto en Francia como en México; se verá que los fundamentales de la economía no son tan malos y que, si bien los típicos inversionistas especuladores saltarán despavoridos ante cualquier ¡booh!; no todos los políticos comen lumbre ni son suicidas electorales. Quien diga lo contrario es porque trae un sesgo político.