En los círculos políticos de Ciudad de México, un nuevo escándalo ha sacudido la escena, esta vez centrado en la figura de Clara Brugada, la controvertida política de Morena, ex alcaldesa de Iztapalapa y actual candidata a Jefa de Gobierno de la CDMX. La polémica ha surgido a raíz de los vínculos estrechos que Brugada mantiene con René Bejarano, un personaje con un historial empañado por acusaciones de corrupción y sobornos.
Las conexiones entre Brugada y Bejarano, ampliamente conocido por su participación en el llamado «videoescándalo» que sacudió la política mexicana en 2004, han generado preocupaciones sobre la integridad y transparencia de la gestión de Brugada en Iztapalapa.
Bejarano, quien fue captado en video recibiendo fajos de dinero de manos de un empresario, ha sido objeto de sospechas constantes de corrupción desde entonces. Ahora, su estrecha relación con Brugada ha avivado la controversia, con muchos críticos cuestionando los posibles favores políticos y económicos que podrían estar intercambiándose entre ambos.
Además de sus lazos políticos, se han planteado preguntas sobre el papel de Bejarano en la toma de decisiones dentro de la candidatura y posible gobierno de la capital mexicana, lo que ha suscitado temores de injerencia indebida en asuntos gubernamentales por parte de una figura con un historial tan cuestionable.