Fin al abuso en el ecommerce transfronterizo

El pasado diciembre, mientras te preparabas para el pavo, los romeritos, el bacalao, las uvas, el pozole y hasta el bailongo en Reforma con Polymarchs; en el sector del comercio, particularmente en el ecommerce y las plataformas digitales, se preparaba una verdadera pachanga.

Todo arrancó el 19 de diciembre cuando la presidenta Claudia Sheinbaum firmó un decreto para proteger la industria textil mexicana mediante un incremento temporal de aranceles. Un 35% para prendas terminadas y un 15% para textiles intermedios, exceptuando las importaciones de países con los que México tiene tratados de libre comercio.

Muchos nos fuimos con la nota del día, pero no captamos que la medida también buscaba frenar los abusos en el comercio exterior que se han dado a través de plataformas digitales. La Resolución Miscelánea Fiscal 2025, publicada el 31 de diciembre de 2024, incluyó un arancel de 19% a productos cuyo valor supere un dólar y provengan de países sin convenio comercial con México. Para aquellos importados de Estados Unidos o Canadá, con un valor entre 50 y 117 dólares, el arancel será del 17%.

Aunado a estos aranceles, el candado contra las prácticas deshonestas en el ecommerce transfronterizo serán mayores sobre las plataformas de comercio por internet. Ahora deberán inscribirse en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), pagar IVA por las compras de productos de importación. Además deben tramitar la firma electrónica (e.firma) en el SAT, proporcionar un domicilio fiscal y designar un representante legal en México. ¡Sopas!

Con estas disposiciones, plataformas como Temu, Shein, AliExpress, Amazon y Mercado Libre, tendrán que alinearse a las mismas reglas fiscales que cualquier otra empresa mexicana. Ya les llegará el turno a otras plataformas de servicios digitales.

Si tú, como muchos, te indignaste por el trato fiscal a las plataformas de ecommerce chinas, es crucial entender el concepto de contrabando técnico y su impacto en la economía nacional. Cuando pides un pantalón o una blusa vía la app, algunos importadores de estas plataformas compran grandes cantidades de productos en el extranjero y, al llegar a las aduanas mexicanas, los cargamentos quedan retenidos hasta que algún acuerdo informal con un pobrecito agente aduanal o un pago encubierto facilita su liberación. Este fenómeno afecta a millones de empresas, empleos y familias en México, ya que distorsiona la competencia leal y daña la economía formal.

Por eso me resisto a las tentadoras ofertas y productos que inundan internet pues me queda claro que sus precios no son sostenibles con prácticas comerciales honestas.

¿Todo esto tiene relación con las amenazas arancelarias de Donald Trump? Es posible. Pero si el objetivo principal es ordenar el mercado y poner fin a los abusos en el comercio digital transfronterizo, venga a nosotros tu reino señor. ¡Feliz Año 2025!