Industria del mueble en México expande horizontes

Resultado de la problemática logística durante los años de pandemia, los productores de muebles mexicanos ocuparon un lugar prioritario entre los compradores internacionales. La inercia de este período hizo que la producción nacional, incluido Jalisco, se posicionara en el sexto lugar entre los principales proveedores de mobiliario en el mundo, después de Brasil, Turquía, Estados Unidos, Malasia y Vietnam, según el Foro Mundial de Comercio.

Rafael Lara López, director de AFMJAL, asegura que esta tendencia ha permitido no solo la recuperación de fuentes de empleo en la industria, sino también abrir una oportunidad de negocios a nivel global para las empresas mexicanas.

“Al cierre del primer semestre del año, la industria en Jalisco generó 47 mil millones de pesos en producción, de los cuales el 10% se exporta a Estados Unidos y Canadá”, asegura Lara, quien participa en el Comité organizador de la Expo Mueble Internacional. Es en este evento donde se realizan transacciones y se generan pedidos a lo largo de cuatro días, por un monto estimado de 800 millones de pesos en ventas directas.

Estudios del Observatorio Tecnológico de la Universidad de Guadalajara observan que, a raíz de la creciente demanda de mercados como Estados Unidos, la industria requiere mejoras en capacidades de producción, similares a las que operan en otros mercados donde existe cercanía con entidades financieras para expansiones y la adquisición de nuevas tecnologías.

La posición alcanzada por México en este tiempo ha permitido a los productores nacionales competir con fabricantes de Estados Unidos, China, Inglaterra, Francia y Alemania.

Hoy en día, Jalisco es el principal productor de mobiliario de oficinas, residencial, restaurantes y otros nichos en México.

Actualmente, la madera sólida es una de las principales materias primas para la manufactura y entre el 65% y el 70% proviene de maderas certificadas del extranjero. Otros insumos como hule espuma, solventes y pegamentos se producen localmente. Así, la balanza de importación y exportación tiene un saldo positivo de entre el 20% y el 30%.

“El mueble mexicano es competitivo y creativo, lo cual ha sido una de las características. Somos una industria cuya mayor parte de las ventas es local, pero tenemos la capacidad de exportar entre el 8% y el 10% de la producción”, detalla Lara López.

Tendencias

Como parte de la evolución del mercado, la industria ha logrado diversificar las propuestas de diseño y producción en algunos segmentos. Es el caso de la transformación de escritorios, que ante los nuevos modelos de trabajo a distancia, han modificado el modelo tradicional de 2.40 metros a uno de 1.2 metros, con la finalidad de incorporar el consumo doméstico en el home office.

Es en actividades paralelas al foro de Guadalajara, como el Concurso Nacional de Diseño de Muebles (Dimueble), además de la participación en eventos internacionales de diseño, donde la industria toma tendencias para incorporarlas a la producción de piezas en su manufactura.

Además, información del Consejo de Cámaras estima que, como resultado del nearshoring, aproximadamente 400 empresas de diferentes industrias, entre ellas este nicho, pretenden establecerse en la franja fronteriza, de las cuales 60 son asiáticas. La Asociación de Fabricantes de Muebles de Jalisco visualiza que el comercio electrónico será un factor determinante para la industria, canal que experimentó un repunte de hasta el 5% a partir de la pandemia.

“Es una tendencia que continuará, pero la venta de muebles requiere que el consumidor los toque, sienta y vea los materiales”, dice.

Esta evolución parte también de la demanda de empleos directos en el negocio, que ocupa a 75 mil colaboradores directos en sus plantas, de los cuales 26 mil son de Jalisco.

El directivo asegura que el reto más importante del negocio del mueble es la mano de obra, un factor que ha limitado el crecimiento debido a que gran parte de la Población Económicamente Activa (PEA) del sector está ocupada. En consecuencia, y para cubrir la demanda creciente, la industria estableció un proyecto educativo dual con la Universidad de Guadalajara, el Tecnológico de Monterrey y el CONALEP, en el que las empresas incorporan estudiantes a prácticas en etapas académicas activas, con la finalidad de generar experiencia y con miras a que sean colaboradores permanentes en las fábricas de producción.

Otro aspecto que determina la evolución inmediata de la industria es la sustentabilidad y el bienestar, que se han traducido en la incorporación de aspectos como la economía circular o la ergonomía en las piezas.

“Estamos trabajando en convertir a nuestras empresas en socialmente responsables, lo cual ya ocurre en giros como las piezas de oficina. Sin embargo, ningún proceso productivo será sustentable si no se atiende la huella de carbono, la reforestación y otras acciones”, concluye.