Industrias Cultural y su relacion con el Libre Comercio en América del Norte

Las industrias culturales y creativas (ICC) contribuyen al desarrollo integral de un país, generan empleo de calidad y altamente productivo, constituyen un importante generador de divisas vía el intercambio comercial y tienen efectos multiplicadores en la economía. A partir de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se utiliza el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN). Este esfuerzo de Canadá, México y Estados Unidos por recopilar información económica de manera consistente, utilizando metodologías similares, permite comparar indicadores económicos entre los tres países

Existen algunos productos que exceden su valor utilitario, aquellos que durante su consumo ofrecen un contenido de identidad socio cultural para quien los consume.  Las industrias culturales funcionan como un puente entre las dimensiones abstractas como la cultura y las dimensiones económicas como el utilitarismo de los recursos.  Es también un mecanismo de gestión para las actividades de producción y circulación de productos como la música, el cine, el teatro, la radio y la literatura.

Las industrias culturales (también conocidas como industrias creativas) son consideradas como agentes de cambio social al distribuir un canon de percepción cultural incluido en el contenido, el cual cuenta con la capacidad de influir en el comportamiento de los consumidores.  Las Instituciones Internacionales y los Gobiernos utilizan dos vertientes para clasificar a las industrias culturales dentro de las discusiones sobre creación y regulación de políticas públicas:

1.- La industria creativa es un agente económico de entretenimiento, el cual actúa como un participante más dentro de las dinámicas de libre comercio y regulado bajo las mismas consideraciones que el resto de los productos en los acuerdos y tratados internacionales. Las Instituciones y los Gobiernos que buscan la libertad comercial considerarían a las industrias creativas de esta manera (Ej. La Organización Mundial del Comercio)

2.- La industria cultural es un agente de promoción de valores identitarios. El contenido simbólico de los contenidos repercutiría en cambios sociales en el lugar de su consumo, además de contribuir a la experiencia social de los individuos dentro de la comunidad. Lo Estados e Instituciones (Ej. UNESCO) que buscan la protección comercial para la multiculturalidad considerarían a las industrias creativas de esta manera, ante la posibilidad de que algunas prácticas culturales fuesen extinguidas como consecuencia de las preferencias del consumidor.

La complejidad que representa la mediación y regulación de las industrias creativas ha resultado en que México, los Estados Unidos y Canadá adopten políticas públicas y comerciales distintas con relación a su posición sobre éstas.

Bajo la perspectiva de que sus pueblos cuentan con una alta sinergia en la comunicación ye identidad heredada con los Estados Unidos, el gobierno de Canadá ha declarado mantener una posición que involucra amplias políticas de protección hacia las industrias creativas: Ser vecino de los Estados Unidos, el país con la mayor exportación en el mundo de contenido mediático y de entretenimiento (la fuerza laboral dentro de la industria cinematográfica únicamente en Los Ángeles supera las 500,000 personas), podría significar un riesgo importante para las producciones locales y la identidad de los pueblos en Canadá.  A su vez, el valioso mercado canadiense es un territorio ideal para la distribución de las producciones realizadas dentro del territorio estadounidense

PaísUtilidades Filmográficas 2020 (Millones de dólares)
Estados Unidos $ 20,926
Canadá $ 1,210
México $ 814

La interconexión en las industrias filmográficas de los Estados Unidos y Canadá ha provocado recientemente el uso de la expresión “Hollywood North” para referirse a ciudades como Vancouver y Toronto.  El fenómeno de integración pareciera ser resultado de la conveniencia geográfica – En estas ciudades se encuentra una amplia variedad de escenarios (Ciudades compactas, bosques, montañas, cuerpos de agua) junto con la conveniencia de la interconexión cultural (Existe una infraestructura social de características similares entre los dos países.)

Las producciones de contenido cultural realizadas en Canadá se han beneficiado de políticas públicas orientadas hacia la atracción y retención de inversiones.  Entre algunas de estas se encuentran los créditos fiscales, la asistencia para la inmigración y programas de capacitación para la fuerza laboral local.

Esta misma integración también ha conducido al gobierno federal de Canadá hacia impulsar políticas públicas de proteccionismo comercial para las industrias creativas.  Desde 1980, el gobierno de Canadá ha incluido la cláusula Excepción Cultural en todos los acuerdos internacionales de libre comercio que ha firmado desde entonces.  La cláusula Excepción Cultural habilita al gobierno federal canadiense y a los gobiernos subnacionales la posibilidad de construir programas públicos de asistencia (ej. Subsidios o Incentivos fiscales) dirigida hacia las industrias de contenido cultural. La cláusula también habilita al Gobierno de Canadá la posibilidad de exentar de acuerdos comerciales a los productos que considere que cuentan con algún “contenido cultural.”

Específicamente en el T-MEC, la cláusula de excepción cultural canadiense se han incluido en el Capítulo núm.32 titulado “Excepciones y Disposiciones Generales.”

Tratado -Mexico Estados Unidos Canadá. Artículo 32.6: Industrias Culturales

“1. Para los efectos de este Artículo, “industria cultural” significa una persona dedicada a las siguientes actividades: (a) la publicación, distribución o venta de libros, revistas, publicaciones periódicas o diarios en formato impreso o legible por máquina, pero sin incluir la sola actividad de impresión o tipografía de cualquiera de los anteriores; (b) la producción, distribución, venta o exhibición de películas o grabaciones de video; (c) la producción, distribución, venta o exhibición de grabaciones de música en audio o video; (d) la publicación, distribución o venta de música impresa o legible por máquina; o (e) radiocomunicaciones en las que las transmisiones estén destinadas a la recepción directa por el público en general, y todas las empresas de radiodifusión, televisión y cable y todos los servicios de programación por satélite y redes de transmisión.

“2. Este Tratado no aplica a una medida adoptada o mantenida por Canadá respecto a una industria cultural…,”

“3. Respecto a las mercancías, servicios y contenido canadienses, Estados Unidos y México podrán adoptar o mantener una medida que, de haber sido adoptada o mantenida por Canadá, hubiera sido incompatible con este Tratado… “

Por otro lado, en México, la expansión de las industrias creativas estadounidenses no parecieran ser un riesgo relevante para la identidad nacional.  El contenido estadounidense tiene una recepción mucho menor entre las comunidades en México. Hasta ahora, existen aún grandes barreras socio culturales que dificultan la plena adopción de productos de contenido cultural estadounidense. El porcentaje de personas que hablan inglés en México es menor al 10%, la infraestructura social no es similar y existe una herencia de Instituciones que operan de forma distinta a las Instituciones de los Estados Unidos.

Recientemente, el alcance de los que se considera parte de las industrias creativas se ha ampliado para abarcar a los productos digitales (videojuegos, aplicaciones, libros electrónicos, podcasts, streaming) y con ello las conversaciones sobre las regulaciones comerciales se han expandido en el detalle – En el pasado parte importante de la conversación de industrias culturales era sobre el porcentaje de contenido nacional exhibido en los cines; ahora es sobre si el algoritmo que proyecta contenido al usuario debería tener restricciones similares.

Podría parecernos muy distante el momento en el que exista la circulación de productos que atiendan el establecimiento de una sola identidad norteamiercana a través de todos los pueblos en los tres países de la región.  Pienso que, por el momento, se requiere de una mayor participación de los actores regionales (privados y gubernamentales) para analizar y atender las diversas áreas de oportunidad que existen entre las producciones portadoras de identidad cultural y las estructuras de cadenas de valor que existen a través de Norte América.